Manuel Adorni confirmó que "se harán las inspecciones técnicas que sean necesarias" en la estación espacial china, que opera desde octubre de 2017 en Neuquén.
El Gobierno afirmó este viernes que no cree que llegue a tener un conflicto con China por la base espacial que el país asiático tiene en territorio argentino y reafirmó su alineamiento en materia de política exterior con los Estados Unidos, país que objeta la base china.
“No va a haber ningún tipo de conflicto con China porque no nos vamos a alejar de lo que marca el convenio que en su momento otro gobierno ha firmado con respecto a la base”, afirmó este viernes en una rueda de prensa el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
El portavoz hizo estas declaraciones luego de que el presidente argentino, Javier Milei, dijera en una entrevista que su Gobierno está iniciando “negociaciones para hacer la auditoría y la inspección” de la base china, ubicada en la provincia argentina de Neuquén (suroeste).
La estación espacial china, que opera desde octubre de 2017 en virtud de un primer acuerdo bilateral firmado en 2012, durante la Administración de Cristina Fernández (2007-2015), volvió al centro de la escena esta semana, en el marco de la visita que la general del Comando sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, hace a Argentina.
Estados Unidos cuestiona las actividades de esa base, bajo la posibilidad de que tengan objetivos miliares y no científicos.
“No nos manejamos con hipótesis. Entendemos que la actividad es meramente científica y de investigación. De todas maneras, se harán las inspecciones técnicas que sean necesarias”, afirmó este viernes Adorni.
Situada en el paraje Quintuco (1.150 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires) y concebida para conectar con misiones espaciales, la estación es un proyecto de la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) de Argentina.
A partir de un acuerdo firmado en 2012 entre esos organismos y la provincia del Neuquén, en 2013 comenzó la construcción de la base, en abril de 2015 se iniciaron las tareas de montaje de la antena y en 2017 comenzó a funcionar.
El portavoz presidencial insistió en que no hay “inconvenientes” con China, pero ratificó que, en materia de política exterior, el Gobierno de Milei ha decidido alinearse con Estados Unidos e Israel.
“Nuestros aliados van a ser el Occidente moderno, o sea, Estados Unidos e Israel. (…) Dicho esto, nosotros no tenemos ningún inconveniente ni vamos a tenerlo con China y cada uno es libre comerciar y hacer negocios con el país que se le ocurra. Pero nuestro alineamiento va estar con Estados Unidos y con Israel”, aseveró.
EFE.