El grabado de sus manos ya se encuentra junto a otras grandes figuras de las artes que adornan la paradigmática vereda. Lelouch es uno de los invitados especiales del Festival de Cine.
Así como lo hicieran en oportunidades anteriores figuras de la talla de la actriz Jacqueline Bisset o el director español Alex de la Iglesia, entre otras; ayer por la mañana Claude Lelouch dejó grabado su paso por Mar del Plata, en una ceremonia que, tanto la prensa como el público asistente, recordará con emoción.
A las 10.30, hora en la que estaba programado el acto, el ganador de un Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1967 por el filme “Un Hombre y Una Mujer”, arribó a la explanada que desde hace tiempo se ha transformado en una de las visitas obligadas de locales y turistas.
Acompañado por el presidente del Incaa, Ralph Haiek, la productora ejecutiva del festival Rosa Martínez Rivero, el actor Luis Brandoni, y el director de LA CAPITAL Florencio Aldrey, el realizador parisino procedió a la impresión de sus manos ante los aplausos y requerimientos de fotografías de quienes se acercaron para presenciar el evento.
Luego de esta ceremonia, Lelouch compartió un brindis en la recepción del Hotel Hermitage. Brandoni, Aldrey y Haiek alzaron las copas junto al realizador francés, que manifestó sentirse muy honrado por ser parte de la lista de figuras de renombre que se exhiben en ese tradicional hotel de la ciudad.
La presencia de Lelouch, que ayer ofreció una extensa charla en el Salón Dauphine del Gran Hotel Provincial, volvió a ser una de las más significativas y convocantes de la agenda de esta edición 32 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. El director, productor y actor ya había estado en la ciudad dos años antes de ser galardonado con el Oscar a la Mejor Película Extranjera por su largometraje “Un homme et une femme”. A cincuenta y dos años de esa primera visita, Lelouch asegura haber encontrado una “Mar del Plata mucho más grande y brillante”. Y, a sus 80 años, reconoce ser “Un hombre mayor mucho más joven”, tal como lo expresó durante una entrevista a La Capital.
La presencia de Lelouch es, sin lugar a dudas, uno de los obsequios más valiosos que esta edición de la muestra marplatense ha ofrecido. Su huella ya está en la ciudad. Su paso por Mar del Plata ya forma parte de esa constelación de estrellas impresa en la vereda del Hermitage.
Las manos más famosas, en un paseo imperdible
La “Vereda de las Estrellas” frente al Hermitage Hotel es uno de los atractivos de la ciudad, que visitantes y turistas disfrutan durante todo el año.
Desde hace más de 20 años algunos se sorprenden y otros van especialmente a observar las impresiones de las manos más famosas que han pasado por Mar del Plata.
Son un atractivo y, además, un regalo de las grandes figuras hacia la ciudad y su gente.
La vereda está en el Boulevard Marítimo, entre Sarmiento y Las Heras donde hay cerca de 200 firmas de famosos, desde 1985 hasta la actualidad.
Figuras del arte, los medios y el deporte están ahí.
La iniciativa fue de Samuel “Chiche” Gelblung, quien en aquel entonces se desempeñaba como ejecutivo de la editorial Perfil. Desde el primer momento, la idea fue recibida con agrado por Florencio Aldrey, quien se encarga personalmente de brindarle el merecido agasajo a cada celebridad que deja su marca.
El Festival Internacional de Cine siempre fue una oportunidad por excelencia de recibir presencias destacadas. Entre los artistas reconocidos por su carrera internacional en el espectáculo, algunos de los que dejaron sus manos son María Grazia Cucinotta, Catherine Denueve, Geraldine Chaplin, Jacqueline Bisset, Gerard Depardieu, Juliette Binoche, Loles León y Ben Gazzara. Entre los últimos artistas de Hollywood que dejaron su impresión, pueden verse las baldosas de Willem Dafoe y de Susan Sarandon y su esposo Tim Robbins.
La música tiene su parcela de importancia en la vereda, ya que entre otros artistas, se cuentan Dyango, Raphael, Julio Iglesias, Facundo Cabral, Marco Antonio Solís, José Vélez, Isabel Pantoja, Carmen Flores, Jairo, Ramón “Palito” Ortega, Mariano Mores, José Luis “el puma” Rodríguez, el italiano Nicola Di Bari, quien dibujó junto a sus manos un par de anteojos, y Los nocheros, quienes comparten dos bloques de cemento.
Del ambiente artístico argentino, figuran Susana Giménez, Alberto Olmedo o Ricardo Darín, quienes fueron los encargados de inaugurar la vereda, junto con Alberto Porcel, Carlitos Balá, Mariano Mores y Soledad Silveyra, entre otros. Otra de las más queridas baldosas es la de Sandro, sobre la cual sus seguidores dejaron un ramo de flores el día de su fallecimiento. Lo mismo sucedió sobre las de Olmedo y Carlos Monzón.
Recorrer la “Vereda de las Estrellas” constituye una ocasión de recordar a personalidades que ya fallecieron pero viven en nuestra memoria, como Libertad Lamarque, Juan Alberto Badía, Jorge y Aída Luz, Estela Raval, Juan Carlos “Minguito” Altavista, y muchos otros.
Entre las figuras del deporte que están presentes en la “Vereda de las Estrellas” se cuentan los tenistas Guillermo Vilas, Gabriela Sabatini, Daniel Scioli y el capitán de la selección argentina de básquet Luis Scola.
China Zorrilla, Graciela Duffau, Ben Gazzara, están allí.
Las baldosas más originales son las creadas por Caloi, quien decidió retratar a su más reconocida faceta, Clemente, los bailarines Iñaqui Urlezaga y Julio Bocca, quienes en lugar de dejar sus manos dejaron plasmados sus pies en la primera posición de ballet, y la de Jorge Porcel, quien dibujó un payaso junto a sus manos.
El director de cine español Alex de la Iglesia, se autorretrató en su baldosa.
Charly García, en 2009, dejó como firma el famoso símbolo de “Say no more”.