Es el nexo entre plantel y dirigentes, pero no solo se ocupará de la Liga Nacional, sino de todo el básquet de inferiores. "No la pasamos bien como hinchas", sostuvo.
Por Marcelo Solari
Apenas se dio a conocer la noticia se metió de lleno en su nuevo rol. Reunión tras reunión, Pablo Sebastián “Tato” Rodríguez de a poco vuelve a sentirse parte de “su” Peñarol. Ahora como manager de todo el básquetbol de la entidad de Garay y Santiago del Estero.
Desde su nuevo lugar, desea aportar lo mejor para que el club de sus amores vuelva a ser. Especialmente, apostando al desarrollo integral de los jóvenes, porque, según su propia experiencia, “cuando sos jugador, vivís como adentro de una burbuja. Hay un montón de cosas que no alcanzás a percibir. Y cuando ya no jugás, te chocás con una realidad que te supera”, asegura.
-¿Cómo surgió esta idea de ser el manager de Peñarol?
-Surgió de varias reuniones que fuimos teniendo con Domingo (Robles), desde no hace mucho tiempo. Empezamos charlando de básquet, obviamente de Peñarol. A él se le ocurrió que se podía hacer algo en conjunto. Nos volivmos a juntar y me propuso ser el manager, con el acuerdo de toda la comisión directiva. A mí me pareció que podía ser productivo. Le dije que había que armar un grupo de trabajo, coincidimos en eso, y entre todos seguir sumando para el club.
-¿Te encontraste con un panorama que desconocías?
-Yo dejé de jugar en 2011. Hay internas del club que todavía no conozco. Cosas de las que me tengo que poner al tanto, venir, estar y reunirme con gente del club para unir esfuerzos. Peñarol necesita de todos y vengo a aportar mi experiencia de tantos años como profesional del básquetbol. He tenido entrenadores de lujo que me han enseñado muchísimo y la intención es poder trasladar todo eso para el bien del club.
-¿Ibas a la cancha, al menos ocasionalmente?
-A la cancha fui, aunque no tanto, pero vi todos los partidos de Peñarol de local y de visitante por el streaming. Al equipo lo vi todo el año e incluso también algunos partidos de la Liga de Desarrollo. Nunca me fui del club, pero ahora voy a estar ligado de una manera diferente.
-¿Qué sentías al ver a Peñarol en esa situación tan infrecuente de pelear por evitar la Permanencia?
-Un poco el acercamiento al club fue por eso. En el último clásico contra Quilmes sufrimos demasiado. Muchísimo. Estuvimos muy cerca, a un tiro, de ir a jugar la Permanencia para evitar el descenso. No la pasamos bien como hinchas. Entonces apuntamos a sumar trabajos en conjunto para evitar pasar por esto. No es algo nuevo, ya son tres temporadas lejos del protagonismo. No es nada lindo después de haber visto a Peñarol en lo más alto. Cuesta mucho. La Liga está difícil, el país está difícil.
-A veces uno puede tener las mejores intenciones, pero existen condicionamientos presupuestarios que impiden un montón de movimientos…
-Claramente es así. A toda la Liga le pasa eso. La gente va poco a las canchas. Le cuesta mucho, sobre todo con este cambio de formato, tres partidos por semana, en días laborables. Peñarol está haciendo un gran esfuerzo para mantenerse en la Liga.
-¿Verías como un principio de solución cambiar el formato de juego?
-A mí me parece, por lo que es Peñarol y por lo que he visto de la Liga en estos últimos tiempos, que el formato no le vino para nada bien a la competencia. La gente nunca se acostumbró, no sabe cuándo juega su equipo. Con los viernes y domingo ya estaba todo planificado, había descanso para los bolsillos porque el equipo salía para jugar de visitante. Creo que era más cómodo para todos.
-Mencionaste el streaming. ¿Suma o resta?
-El tema del streaming me gusta mucho pero no cuando se juega como local, porque el público no va a la cancha. En una situación como la actual, la gente elige mucho a qué partido ir, sobre todo si lo puede ver desde la casa. Que la gente vaya a la cancha, es algo que ayuda mucho a todos los clubes. Y también al jugador. Es otra cosa el estadio lleno. Ojalá que algunas cosas se cambien para mejorar.
-¿Te gustaría acercar alguna idea en ese sentido?
-Yo recién empiezo. Obviamente que voy a tener charlas con otros managers y/o dirigentes de otros clubes, seguramente van a surgir propuestas y entre todos trataremos de hacerlo mejor para que la Liga crezca y vuelva a ser lo que era antes: más atractiva y más competitiva.
-¿Antes de empezar con el equipo para la nueva temporada sí o sí hay que terminar de cerrar la Liga 2018/19?
-Claro. Eso es lo primero que hablamos. La dirigencia está en esa cuestión, porque yo todavía no estaba en la temporada pasada. Los únicos que tienen contrato vigente son Juan Pablo Vaulet y los juveniles. A partir de esa base vamos a decidir primero quién será el entrenador que se amolde mejor al proyecto de corto y largo plazo, con énfasis en los chicos del club.
-¿Es un hecho que Leonardo Gutiérrez no va a continuar como entrenador?
-Por ahora no hay nadie descartado ni confirmado. Los dirigentes tenían en carpeta tres o cuatro nombres posibles. Yo aporté algunos más. Estamos evaluando y después analizaremos los proyectos de cada uno de esos entrenadores y tomaremos una decisión. No nos pusimos un plazo, hay que hablar con los técnicos, sus representantes y analizar todo.
-Hay una buena base de juveniles como para empezar. ¿En cuánto ayuda?
-Ayuda muchísmo. Todos demostraron estar a la altura de la Liga. Jugaron de manera excelente. Nos dan una tranquilidad enorme. Los vamos a necesitar todavía más en este nuevo año, aunque la mayor responsabilidad no va a ser de ellos. Pero van a tener un lugar con más participación, para seguir creciendo. Sería muy lindo en el futuro poder conformar un plantel con mayoría de chicos surgidos en el club.
-Estuviste en la Clínica de Eneba. ¿Te entusiasmaría dirigir?
-Desde 2012 tengo la licencia de entrenador. Fui a la Clínica para seguir aprendiendo. Me parecía buenísimo ver a (Rubén) Magnano y a (Leandro) Ramella, dos entrenadores excelentes de los que uno siempre aprende. Fui para seguir perfeccionándome pero sin ninguna intención de dedicarme a dirigir. No es mi idea. No es un objetivo. Este rol de manager es el que más me gusta y me siento muy cómodo.
-Ya que nombraste a Ramella, ¿es uno de los candidatos?
-Es uno de los entrenadores que figuran en carpeta. Hay varios. No es un secreto. (Silvio) Santander, (Gabriel) Piccato, (Adrián) Capelli, el “Tulo” (Fernando) Rivero. Vamos a elegir al que mejor se adapte a lo que pretendemos para el corto y largo plazo.
“Tuve que empezar a buscarme otra vida”
-Habías tocado el cielo con las manos o poco menos. Campeón de todo, capitán, ídolo, reconocido. Y de pronto, de la noche a la mañana te quedaste sin todo eso. ¿Cómo fue adaptarse al día después?
-La verdad es que fue muy, muy duro. Por eso decía que los chicos tienen que crecer en lo personal, porque te pueden pasar esas cosas (N. del R.: tuvo que retirarse a causa de una insuficiencia cardíaca). Uno cuando es joven y está jugando piensa que no nunca le va a pasar nada malo. De repente me encontré con que no podía jugar más, no sabía hacer otra cosa ni tampoco qué iba a ser de mi vida. No tenía planeado retirarme. Venía de salir campeón y tenía para seguir jugando dos o tres años más. Fue un baldazo de agua helada porque me quitaron lo que amaba, que además era mi profesión. Tuve que empezar a buscarme otra vida, a rehacerme. Por suerte de que lo pude hacer. Gente muy allegada a mí me ha dado mucho cariño y mucha fuerza porque fue realmente muy difícil. Por suerte ya pasó mucho tiempo y Gracias a Dios me pude acomodar y estar de nuevo en el club.
-Te estalló la burbuja de pronto. Esa parte de tus vivencias también puede servir a tus objetivos como manager?
-La idea es esa. Después de 2012 no estuve tan metido ni dentro del club ni dentro del equipo. Me sirvió muchísimo desde lo personal. Para ver a diario muchas cosas que antes no las percibía. Y me encantaría poder hacérselo notar a los más chicos. Que también es posible crecer en lo personal, no solamente en lo deportivo. Tenemos varios proyectos.