La directora del FMI, Kristalina Georgieva, aseguró que ese organismo está “repensando y actualizando consejos a países miembros”, como la Argentina, para abandonar el pensamiento económico “más convencional” que, a su criterio, tiene hoy el Fondo Monetario.
¿Cómo podemos hacer que los flujos de capital sean más seguros para las economías emergentes?”, se preguntó la directiva, en una columna de opinión publicada este martes en el periódico británico Financial Times.
Según Georgieva, “estamos repensando y actualizando nuestros consejos a países miembros. Nuestro objetivo es proveer consejos específicos para cada país, con un mix de políticas públicas necesarias para el crecimiento y la estabilidad financiera”.
“Nuestra nueva orientación debe tener en cuenta los importantes desafíos de comunicación y problemas de credibilidad que pueden surgir cuando los bancos centrales utilizan múltiples instrumentos”, puntualizó.
La titular del FMI comentó que el “marco actual” de ese organismo, “basado en un pensamiento económico más convencional, orienta en general a los miembros hacia la utilización del tipo de cambio como amortiguador. Este enfoque proporciona una buena aproximación de la forma en que las economías avanzadas se ajustan a las perturbaciones externas y a las variaciones de los tipos de cambio”.
“Pero puede pasar por alto importantes características de los mercados emergentes, que alteran la respuesta de sus economías a las conmociones externas y puede exigir una prescripción de política diferente”, consideró.
Para Georgieva, “las nuevas investigaciones indican que, si bien los mercados emergentes están profundamente integrados en el comercio mundial, su comercio se factura desproporcionadamente en dólares y, por consiguiente, los tipos de cambio flexibles proporcionan un aislamiento limitado”.
“Del mismo modo, si bien los mercados emergentes están sustancialmente integrados en los mercados mundiales de capital, su deuda externa está ampliamente denominada en dólares. Esto puede hacer que los tipos de cambio se conviertan en amplificadores de choque, ya que pueden aumentar repentinamente los costos del servicio de la deuda y los pasivos”, agregó.
La titular del Fondo se expresó así luego de aclarar, durante el último fin de semana, que el organismo no puede aceptar una quita sobre los alrededor de 44 mil millones de dólares que le debe la Argentina, para avanzar en al renegociación de esa deuda.
Así lo había propuesto recientemente la vicepresidenta Cristina Kirchner, postura que recibió el respaldo del presidente Alberto Fernández.
“Cristina dijo algo que es absolutamente cierto: planteó que si el Fondo fue capaz de hacer abstracción de sus normas internas para financiar la fuga de divisas, bien podrían hacer abstracción ahora de la norma que dice que no se pueden hacer quitas”, dijo el jefe de Estado en declaraciones periodísticas que formuló esta semana.