Se trata de Jonathan Molina acusado de la muerte de Julio Nario. La defensa solicitó la absolución.
El fiscal Rodolfo Moure pidió una pena de quince años de prisión para Jonathan Molina, el único imputado en la causa por la muerte de Julio Nario ocurrido en Balcarce en el año 2017.
Por su parte, la defensa consideró que su cliente fue ajeno a lo sucedido en la noche del 26 de junio de 2017 en el domicilio de la familia Nario ubicado en calles 19 y 26 y solicitó su absolución. En las últimas horas se conocieron los alegatos de las partes en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 del Departamento Judicial de Mar del Plata, integrado por los jueces Néstor Conti, Alexis Simaz y Roberto Falcone.
Aquella noche, personal policial que se acercó al domicilio encontró a Nario muerto en el interior de su vivienda. Presentaba traumatismos múltiples de cráneo y contusiones en el tórax. La autopsia reveló que tuvo una muerte traumática a causa de un paro cardiorrespiratorio provocado en el marco de una situación de extrema violencia.
Molina quedó involucrado en el caso debido a que durante un allanamiento a su casa, la Policía encontró un cortaplumas que pertenecía a la víctima. El fiscal Rodolfo Moure le pidió al tribunal que se forme una causa por falso testimonio a un testigo y que en caso de condenar a Molina, se ordene su inmediata detención.
La medida obedece a que el imputado llegó al debate en libertad, ya que había sido sobreseído por la Justicia de Garantías y un fallo posterior de la Cámara de Apelaciones revocó el mismo y ordenó la realización de un juicio oral.
Prueba
El fiscal Moure habló de que la evidencia que se logró colectar fue considerada “no directa” teniendo en cuenta que pertenecía a la víctima. En la escena del crimen se encontró sangre, saliva y huellas dactilares que correspondían sólo a la víctima.
Asimismo, en la causa no existieron testigos presenciales lo que provocó que se trabajar sobre “prueba de indicios”. Esto es debido a que se encontró en la casa de Molina un cortaplumas que el hermano y un amigo de la víctima aseguraron que le pertenecía a ella.
Se supone que ese objeto fue robado mientras se perpetuaba el homicidio. El segundo es un “indicio de oportunidad” debido a que una empleada de un local hípico lo vio salir a Molina y dos personas más de ese establecimiento a la hora 18, mientras que el acusado dijo salir recién a las 21 horas de ese día del crimen. Vale destacar que según los peritos que actuaron en el caso el horario del homicidio fue entre las 18 y las 20.
También hay un tercer indicio que es la mendicidad del imputado ya que dijo que ese cortaplumas se lo había regalado su esposa para su cumpleaños. Finalmente, y en su contra, no se pudieron corroborar sus dichos sobre lo que hizo al momento del homicidio.