La Ciudad

El festejo centenario de la tatarabuela Irma

"Cuando cumplí 90 hice un fiestón porque dije no cumplo más. Y acá me tenés", contó en la previa de la celebración en familia.

La ya tatarabuela Irma Guido celebrará hoy sus 100 años acompañada de toda su familia, incluso con la visita de algunos de sus nietos que viven en el exterior.

Si bien la celebración dominical será familiar, le organizaron una fiesta en el horario de la merienda para el sábado que viene.

Impecable con su look de peluquería, y una sonrisa dibujada, la oriunda de Tres Arroyos contó que llegó en 1956 a Mar del Plata acompañando a su marido, Gregorio Miguens, en búsqueda “de un mejor empleo y para que mis hijas estudiaran”.

El matrimonio tuvo tres hijas, María Luz, Mariana y Adriana, que a su vez les dieron siete nietos, nueve bisnietos e incluso dos tataranietos.

A su marido lo había conocido en su pueblo natal, ya que era “amigo de uno de mis nueve hermanos”. Y explica que la única receta para la longevidad consiste en “buena salud y buena compañía, no hay otra receta”. La muestra de la buena salud es que “no toma medicamentos por enfermedades crónicas, sí algunas vitaminas”, acota su nieta Coty.

Actualmente, vive en su departamento, con su cuidadora Carmen, aunque suele recibir las visitas de sus hijas y nietos que residen en la ciudad.

“Una de mis hijas se fue a vivir a España hace mucho -contó- así que aprendí a comunicarme a través de las redes sociales. Antes era por carta, después por teléfono y ahora por WhatsApp”.

Contenta por el festejo familiar, adelantó entre risas que “cuando cumplí 90 hice un fiestón porque dije no cumplo más. Y acá me tenés”.  Hoy brindarán después del asado familiar y la semana próxima harán lo propio en formato merienda con “una gran fiesta gran”, define Irma con otra de sus sonrisas.

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