El objetivo del grupo islamista sería obligar a los gobiernos a destinar recursos a la seguridad interna en lugar de a la lucha antiterrorista en el exterior. Este pedido, se enmarca en la inversión de diferentes países para luchar contra el terrorismo.
El grupo islamista radical Estado Islámico (EI) llamó hoy a sus simpatizantes en Occidente a perpetrar ataques en sus países de residencia con el objetivo de minar sus economías y obligar a los gobiernos a destinar recursos a la seguridad interna en lugar de a la lucha antiterrorista en el exterior.
“Cada hermano que quiere cumplir el deber que le encargó Allah tiene que saber que su efecto en los apóstatas no se limita solo a muertos y heridos, sino que su impacto en su economía es muy importante“, señaló el editorial del ultimo número de la revista semanal Al Nabaa, órgano de propaganda del EI.
Esos ataques, según la proclama, obligarán a los gobiernos occidentales “a gastar miles de millones para fortalecer las medidas de seguridad dentro de las fronteras de sus propios países, en lugar de destinarlos a la lucha contra el EI en el extranjero”.
El grupo yihadista, que se autoproclamó como Califato en amplias sectores de los territorios de Siria e Irak, lanza amenazas continuas contra los países que participan en una coalición militar internacional que realiza operaciones militares contra sus posiciones, y ha perpetrado varios ataques contra ellos.
Dos días atrás, en publicaciones de usuarios de redes sociales cercanas a la organización Al Qaeda también lanzaron una campaña propagandística para incitar a “lobos solitarios” yihadistas a perpetrar ataques extremistas en países como Estados Unidos, Francia y Rusia.
En esta oportunidad, el EI explicó en el escrito -citado por la agencia de noticias EFE- que los ataques desgastan los recursos económicos de los países, que deben destinar más dinero a medidas de seguridad, y cansan a sus aparatos policiales que se encuentran en permanente estado de alerta.
Asimismo, según el grupo extremista, esos atentados humillan la dignidad de sus gobiernos y los presenta como incapaces de proteger a sus ciudadanos, desestabilizan su economía y siembran el miedo en sus zonas turísticas y de ocio.
La organización yihadista, que puso en el mismo nivel a un “lobo solitario” que un ejército entero, destacó el impacto que tuvo el ataque terrorista del pasado 19 de diciembre en Berlín, que se saldó con 12 muertos, sobre el sentimiento de seguridad en toda Europa.
Luego de los atentados en Francia ocurridos en 2015 y 2016, la industria turística francesa experimentó una abrupta caída, que implicó pérdidas millonarias para el Estado galo.
Si bien el gobierno francés también consignó como causas a una meteorología desfavorable y al impacto de las huelgas, los ataques yihadistas provocaron durante el primer semestre del año pasado el número de turistas que se alojaron en hoteles cayó un 6,4%, hasta los 14,9 millones, un millón menos que en los seis primeros meses de 2015.
La industria del turismo en Francia, el país más visitado del mundo, representa entre el 7 y el 8% del Producto Interior Bruto (PBI) y compromete a unos dos millones de empleos directos e indirectos.
El objetivo del grupo islamista sería obligar a los gobiernos a destinar recursos a la seguridad interna en lugar de a la lucha antiterrorista en el exterior. Este pedido, se enmarca en la inversión de diferentes países para luchar contra el terrorismo
El grupo islamista radical Estado Islámico (EI) llamó hoy a sus simpatizantes en Occidente a perpetrar ataques en sus países de residencia con el objetivo de minar sus economías y obligar a los gobiernos a destinar recursos a la seguridad interna en lugar de a la lucha antiterrorista en el exterior.
“Cada hermano que quiere cumplir el deber que le encargó Allah tiene que saber que su efecto en los apóstatas no se limita solo a muertos y heridos, sino que su impacto en su economía es muy importante“, señaló el editorial del ultimo número de la revista semanal Al Nabaa, órgano de propaganda del EI.
Esos ataques, según la proclama, obligarán a los gobiernos occidentales “a gastar miles de millones para fortalecer las medidas de seguridad dentro de las fronteras de sus propios países, en lugar de destinarlos a la lucha contra el EI en el extranjero”.
El grupo yihadista, que se autoproclamó como Califato en amplias sectores de los territorios de Siria e Irak, lanza amenazas continuas contra los países que participan en una coalición militar internacional que realiza operaciones militares contra sus posiciones, y ha perpetrado varios ataques contra ellos.
Dos días atrás, en publicaciones de usuarios de redes sociales cercanas a la organización Al Qaeda también lanzaron una campaña propagandística para incitar a “lobos solitarios” yihadistas a perpetrar ataques extremistas en países como Estados Unidos, Francia y Rusia.
En esta oportunidad, el EI explicó en el escrito -citado por la agencia de noticias EFE- que los ataques desgastan los recursos económicos de los países, que deben destinar más dinero a medidas de seguridad, y cansan a sus aparatos policiales que se encuentran en permanente estado de alerta.
Asimismo, según el grupo extremista, esos atentados humillan la dignidad de sus gobiernos y los presenta como incapaces de proteger a sus ciudadanos, desestabilizan su economía y siembran el miedo en sus zonas turísticas y de ocio.
La organización yihadista, que puso en el mismo nivel a un “lobo solitario” que un ejército entero, destacó el impacto que tuvo el ataque terrorista del pasado 19 de diciembre en Berlín, que se saldó con 12 muertos, sobre el sentimiento de seguridad en toda Europa.
Luego de los atentados en Francia ocurridos en 2015 y 2016, la industria turística francesa experimentó una abrupta caída, que implicó pérdidas millonarias para el Estado galo.
Si bien el gobierno francés también consignó como causas a una meteorología desfavorable y al impacto de las huelgas, los ataques yihadistas provocaron durante el primer semestre del año pasado el número de turistas que se alojaron en hoteles cayó un 6,4%, hasta los 14,9 millones, un millón menos que en los seis primeros meses de 2015.
La industria del turismo en Francia, el país más visitado del mundo, representa entre el 7 y el 8% del Producto Interior Bruto (PBI) y compromete a unos dos millones de empleos directos e indirectos.