Se desarrolló en el Club Náutico Mar del Plata, organizado por socios y ex alumnos del hacedor de Guillermo Vilas.
En el marco de las celebraciones por los 97 años de vida institucional del Club Náutico Mar del Plata, se realizó el último domingo un sincero y sentido homenaje al recordado histórico profesor Felipe Locicero, a pocos días de un nuevo aniversario de su fallecimiento.
La realización tuvo como impulsores a un entusiasta grupo de socios del club y ex alumnos de quien fuera formador del astro Guillermo Vilas: Adriana Costagliola, Marcela Cataldi, Laura Darmandrail, Roberto Sebastiani y Ernesto Ruiz Bry, junto a otros colaboradores que llevaron adelante la misión de organizar el acto y convocar a la gente.
Más de un centenar de asistentes le pusieron calor y color a la tarde en el legendario frontón del Náutico. Muchos vinieron desde otras ciudades, como Hans Pitscheneder, Guillermo Corti, Billy Czerner, Alejandro Fusillier, Alejandra Del Grosso y, muy especialmente, Sandra González Locicero, nieta de Felipe, quien llegó desde Rosario y fue la responsable de descubrir la placa ubicada en el frontón y que da testimonio del homenaje y la huella imborrable que dejó quien no solo enseñó a sus alumnos a jugar al tenis, sino también disciplina, compromiso, puntualidad, respeto, compañerismo, generosidad, paciencia y muchos otros valores.
Hubo reencuentros, muchos recuerdos, especialmente de las frases bien propias de Locicero y que continúan resonando como una letanía en cada uno de quienes pasaron por sus manos y copiaron sus movimientos.
Como no podía ser de otra manera, con raquetas de madera “de aquella época” que acercaron algunos de los cuidadosos que participaron en el homenaje, se armaron juegos como la famosa “Vela” contra el frontón. Con el entusiasmo que tenían esos jóvenes que ya no lo son tanto hace varias décadas atrás.
Una convocatoria que contó con la aprobación y el apoyo del presidente de la entidad, Juan Agra, y el titular de la subcomisión de tenis, Hernán Febbro. Y que se recordará por mucho tiempo porque se extendió hasta bien entrada la noche.