El Secretario de Cultura de General Pueyrredon, Carlos Balmaceda, propone una mirada sobre la situación y la proyección de los museos en el contexto actual.
La crisis sanitaria mundial provocada por la pandemia del Covid-19 trastoca nuestra percepción de la vida cotidiana.
También transforma nuestros hábitos diarios y nos obliga a reformular el sentido de nuestras prácticas de producción económica y de consumo. Entre otros: la producción y el acceso a los bienes y servicios artísticos y culturales. Los cambios en el sector cultural son extraordinarios y todo indica que ya nada será como antes.
La celebración del “Día Internacional de los Museos” actúa como un mensaje: debemos enfrentar el desafío de imaginar el futuro. Si nada será como era antes debido a los complejos protocolos sanitarios y a los resguardos de salud, entonces, ¿cómo funcionarán los muesos cuando vuelvan a abrir sus puertas? Debemos trabajar con creatividad para construir alternativas y para promover acciones innovadoras que fortalezcan el valor insustituible de los museos.
Los museos pueden convertirse en espacios ideales para nuevas formas de reflexión social, para el intercambio de ideas y proyectos estéticos innovadores, para experiencias creativas colectivas que le den espacio a las poderosas herramientas del arte. El mundo que está forjándose con la pandemia del coronavirus trae demasiadas incertidumbres y justamente por eso, como sucede desde la prehistoria, el arte pueda volver a mostrar su inagotable capacidad de crear algo nuevo y esperanzador.
Los museos de todo el mundo tendrán que construir formas diferentes de socializar su patrimonio cultural y tendrán que vincularse con sus audiencias de modos que aún están en análisis y gestación. También deberán desarrollar estrategias alternativas para garantizar la inclusión, igualdad y diversidad del acceso del público a las diferentes experiencias museológicas.
En este sentido, la Secretaría comenzó en enero pasado un intenso trabajo de gestión interdisciplinaria e interinstitucional para que el Museo de Arte Juan Carlos Castagnino se convierta en una institución totalmente inclusiva según el estándar exigido por los organismos internacionales en materia de accesibilidad. Es un desafío que nos permite enfocar el futuro con la ilusión de que las audiencias tendrán un motivo más para regresar al museo.
Mar del Plata tiene uno de los más potentes servicios museológicos del país. El Museo José Hernández, el Archivo y Museo Histórico Roberto T. Barili, la Villa Victoria, el Museo de Arte Juan Carlos Castagnino, el Museo de Ciencias Naturales y la Casa sobre el Arroyo conforman un patrimonio de valor cultural inigualable. Podemos imaginarlos como herramientas poderosas al servicio del desarrollo social, la educación, la investigación y la comprensión de los fenómenos que marcan nuestra historia.