El número incluye el factor humano, vehicular, ambiental, legal y sanitario. Cada herido grave representa un promedio de gasto de 37.000 dólares.
Los siniestros viales le cuestan al país 7.400.000.000 de dólares por año, según un relevamiento realizado por el Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV) sobre los registros policiales de todo la Argentina, de salud pública de todas las provincias y de las compañías de seguro.
Se establece debido a que en las Argentina se producen alrededor de un millón de accidentes por año de los cuales 200.000 son de gravedad y cada herido grave representa un promedio de 37.000 dólares.
Según el último informe específico para la ciudad del Observatorio Vial de la Cecaitra (Cámara que representa a los productores de software vial en nuestro país) el 56% de los marplatenses cree que los argentinos producimos más accidentes de tránsito que los que se suceden en el resto del mundo; sólo un 3 por ciento considera que estamos mejor que la media mundial.
La ISEV además revela los números de la región: por ejemplo en Perú el costo es similar, 37.500 dólares, un poco por debajo de Brasil en donde cada accidente se estima en 45.000 dólares.
La misma carga supone a Estados Unidos: 45.000 dólares. En términos generales, la Unión Europea destina al año 200.000 millones de dólares a cuestiones relacionados con la seguridad vial. España, por su parte, casi el triple que nosotros: 21.000 millones de dólares.
El costo mínimo social de 37 mil dólares por herido grave incluye los factores humano (vida, disminución permanente y temporal), vehículo, ambiente (daño en estructura vial), salud pública (sin contar rehabilitación) y costos administrativos legales.
Los accidentes no son una problemática sólo en nuestro país si no una verdadera epidemia mundial: más de 1,25 millones de personas mueren cada año como consecuencia de accidentes de tránsito en todo el mundo.
Para la OMS
Si se observan los datos que aporta la Organización Mundial de la Salud (OMS) la situación es aún peor: establece que el costo que representa para los contribuyentes la siniestralidad vial es un 3% del Producto Bruto Interno de cada país. Como es un promedio y no está diseccionado por país no podemos establecer un número real pero estimando ese 3% del PBI argentino el costo se elevaría a 16.000.000.000 de dólares, lo que representaría el doble de lo que estima la ISEV.
Según la misma OMS los países en vías de desarrollo allende nuestra baja plaza automotriz (sólo el 54% de los vehículos) tenemos el 90% de las defunciones relacionadas con los accidentes de tránsito. Y en términos viales los más vulnerables son a su vez los que se llevan la peor parte: la mitad de las muertes responden a peatones, ciclistas y motociclistas. Se prevé que para 2030 los accidentes de tránsito serán la séptima causa de defunción de la humanidad.
El Observatorio Vial de Cetraica agrega que cuatro de cada diez marplatenses considera que hay un bajo o muy bajo apego a las normas de tránsito.
Según la asociación civil “Luchemos por la Vida”, que año a año releva las muertes al volante, en 2017 en las rutas y calles del país se perdieron 7.213 vidas.
En el plano litigioso menos del 5% de los siniestros terminan finalmente en juicio, ya que la gran mayoría se resuelve en instancias de mediación. Sin embargo, también la asociación Luchemos por la Vida calcula que un 30% de las causas que ocupan a la Justicia argentina estarían relacionadas a demandas de tránsito, que a su vez derivan en indemnizaciones por un monto cercano a los 2 mil millones de dólares al año.