Opciones para todos los presupuestos presenta el histórico espacio emplazado en el sur de la ciudad. Locaciones en el medio de la naturaleza que permiten vacacionar hasta con las mascotas.
A poco menos de media hora del centro y a escasos cinco minutos de las playas del sur, se erige una de las reservas forestales más grandes del país, el Bosque Peralta Ramos, que, además, ofrece todas las comodidades para quienes quieran instalarse allí a pasar sus vacaciones. Algunos lo adoptaron como estancia permanente durante todo el año.
Hoy, ya sea en cabañas, viviendas unifamiliares o hasta hotel premium, la estadía contempla una opción más de las que ofrece Mar del Plata, con precios para todos los bolsillos. Asimismo, los valores para casas -los alquileres mínimas son por quincena- se asemejan “a los de los barrios más cotizados” de la ciudad, según la opinión de un operador inmobiliario del lugar.
A mediados del siglo pasado, las 450 hectáreas se forestaron con especies no nativas, como pinos, eucaliptus, aromos, tamarindos, nogales, robles y araucarias, entre otros, por parte de la familia propietaria, que también loteó 390 hectáreas. Aún hoy, las 60 hectáreas restantes conforman una reserva natural intacta que es “uno de los cinco bosques forestados no naturales más grande del mundo”, contó Miguel Donsini, vecino de la zona desde 1965.
El Bosque Peralta Ramos es elegido para veranear especialmente “por familias, porque hay muy buena oferta de casas grandes, incluso con pileta, y acá pueden traer a sus mascotas”, reseñó. De acuerdo al cálculo del vecino, el “70% de la oferta de vivienda está ocupado durante todo el año” y el resto se destina a los alquileres temporarios.
Es que, a lo largo de la última década, creció la oferta de las cabañas -de distinto tamaño, para dos, cuatro o seis personas-, muchas de ellas construidas por habitantes del Bosque que decidieron sumar una entrada para la economía en los terrenos adyacentes a sus viviendas.
“Quien elige el Bosque se ahorra todo el tránsito de Mar del Plata -opinó Donsini- y acá tenés de todo: desde restaurantes hasta casas de pasta casera y dulces caseros. Incluso, tenemos un colegio bilingüe. Podés vivir sin moverte de acá.”
Ocio
Tentados por la posibilidad de pasar su semana de vacaciones en el medio de la naturaleza y a escasos minutos de las agrestes playas del sur, la familia integrada por Marcos, Inés, Ulises y Dante alquilaron una cabaña para cuatro personas. Pero la seducción mayor estuvo en la posibilidad de traer con ellos a Nara, su perra.
“Conocimos el lugar por las redes, el año pasado habíamos venido a un departamento de los dueños de las cabañas y lo pasamos bárbaro. Entonces, para el verano, optamos por esta opción, básicamente porque podíamos traer a nuestra mascota”, contó el hombre oriundo de Moreno.
Una de las locaciones clásicas es la famosa casa de té, con una arquitectura particular, enmarcada por la belleza natural y las múltiples opciones gastronómicas de la carta.
En materia de ocupación, dos de las inmobiliarias que trabajan en la zona coincidieron en que “el público que elige el bosque es especial, incluso tenemos clientes de años” y estimaron en un 80% la ocupación de la oferta existente. También, aclararon, hay muchos propietarios que optan manejarse directamente sin intermediarios.
Variedad
Las casas, cuyos diseños oscilan entre la arquitectura de vanguardia de las últimas creaciones con las tradicionales de piedra y madera, tienen cotizaciones que “varían de acuerdo a las comodidades y dimensiones, todas cuentan con jardín y muchas con pileta. Así que para una quincena, un dueño alquila directamente la casa de cinco ambientes, con tres baños y tres cocheras, quincho y tres habitaciones solo a familias”, aclaró el propietario que prefirió no revelar su nombre.
En materia de alojamientos premium, el Hostal del Bosque ofrece las suites para dos personas con un servicio de primera, enclavado en un sector especial del bosque.
La propiedad, de piedra y con detalles “especialmente preparados con materiales de las grandes mansiones demolidas en Los Troncos, ofrece seis suites para “parejas o personas solas, sin niños”, aclaró el propietario.
El establecimiento cuenta con cava, servicio de spa, bar con imponente barra y “las únicas dos piletas de acero inoxidable que existen en el país”, se enorgulleció el propietario.
Entre la variedad de opciones, entre añejos árboles, funciona la comunidad “Ritmos del Mundo”, aldea creada por Rorro López Oliver que contempla desde talleres musicales hasta charlas de distintas temáticas o clases de yoga.