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El bombero que inició una serie que ya lleva tres generaciones

Se trata de un hombre de 84 años al que su descendencia le siguió los pasos. Fue bombero, como su hijo y como lo es su nieto, uno de los que arriesgó su vida para sofocar el incendio en Torres y Liva.

Gustavo Adolfo Henrik tiene 84 años y siempre será bombero. Lo fue desde mitad del siglo pasado y con la llegada de los años blancos, los de la sabiduría y el descanso, se retiró. Pero le transfirió a su hijo Eduardo la pasión y éste siguió su camino. Tan similar, que a principios de este año Eduardo cerró su carrera al retirarse y, por supuesto, pasarle la posta a su propio hijo, Diego, quien el lunes a la tarde arriesgó su vida para rescatar gatos del edificio destruido de Torres y Liva.

“Este es el incendio más peligroso de todos, porque había gente viviendo arriba. El del Club Mar del Plata, el de Los Gallegos, el de Casa Tía, el cine Nogaró todos fueron muy bravos. Pero este es el de mayor riesgos”, dijo Henrik.

Acompañado por Alberto Gabba, el jefe actual de Bomberos Mar del Plata, Henry visitó el lugar del siniestro y saludó a todos sus colegas. “Los apoyo, les vengo a dar mi apoyo porque ser bombero es… la verdad que es lo más lindo que hay cuando lo combatís, cuando salen todos sanos, satisfechos, sin problemas. Yo en mis mejores años andaba por arriba, tenía coraje para entrar. Me manejaba con la escalera mecánica, el hidroelevador”, contó en diálogo con este medio.

Además de su hijo y su nieto, Henrik convenció a otros familiares directos para sumarse a tan digno servicio público y hoy para él es un orgullo. “Tres sobrinos míos, los Morán, también se hicieron bomberos, que es una profesión que te da muchas alegrías, pero también algunas grandes tristezas. Yo tuve que rescatar el cadáver de una criatura alguna vez”, recordó y no pudo evitar el llanto.

Entre los momentos más extraños que recuerda de su carrera fue aquella tarde que el histórico jefe Aldo Calderara lo llamó a su despacho y le propuso un reto impensado: ser el doble de Alberto Olmedo.

“Como yo no le tenía miedo a las alturas me contrataron para hacer esa escena de Atracción Peculiar en la que estaban Olmedo y Porcel en las alturas del Provincial. La película la dirigía Enrique Carreras”, dijo en medio de la recuperada sonrisa.

Gabba interrumpió para destacar que la familia Henry es una familia que lleva a los bomberos en la sangre al sostener que “su hijo Eduardo se retiró hacie 10 meses y Diego, el nieto, está con nosotros”. “Es más -agregó- el nieto de él es quien rescató a los gatos del departamento el lunes. Ese tiene sangre de bombero de tres generaciones. Tratamos de llegar al departamento pero el edificio estaba colapsado, no había ni pasillos, ni escalera. Entonces le dije a Diego que había que entrar por la ventana. También a Ismael Tognini. Los dos trabajaron con animales que estaban asustados, muy estresados, y la verdad que fue una cacería pero los pudimos alcanzar. La propietaria había perdido todo y quería recuperar al menos su mascota”.

El jefe de Bomberos aprovechó para destacar “el profesionalismo de los bomberos de Mar del Plata, el temple, el coraje, la disciplina, que cumplan las órdenes sin chistar. Son muy buenos. Yo vengo de otra jurisdicción, no soy de acá, por eso estoy muy seguro de lo que digo”.

 

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