La Ciudad

El beato Pironio tendrá su misa en la Catedral

La misa de acción de gracias estará encabezada por el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, enviado por el papa Francisco para celebrar la beatificación. Eduardo Pironio estuvo al frente de la diócesis local entre 1972 y 1975. Su milagro también lo hizo en la ciudad.

Después de su beatificación, el cardenal Eduardo Pironio será homenajeado hoy en Mar del Plata con una misa de acción de gracias organizada por el obispado y la comunidad local. La celebración tendrá lugar en la Iglesia Catedral a las 19.

La actividad contará con la presencia y participación de una amplia cantidad de fieles y autoridades eclesiásticas, entre quienes se destaca el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, enviado por el papa Francisco especialmente para celebrar la beatificación.

Vérgez Álzaga presidirá la misa de Acción de Gracias, pero también tiene programado visitar el Carmelo y compartir un almuerzo con las Hermanas. Por la tarde, está previsto que mantenga una reunión con el clero diocesano para abordar temas de interés pastoral y eclesiástico.

El pasado sábado, el cardenal español encabezó la ceremonia de beatificación de Pironio ante gran cantidad de fieles que se congregaron frente la basílica de Luján. La emotiva ceremonia fue el correlato de un importante proceso iniciado tiempo atrás.


El cardenal español Fernando Vérgez Álzaga encabezará la ceremonia.


La beatificación de Pironio, aprobada por el papa Francisco el 8 de noviembre, fue respaldada por el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, reconociendo el milagro atribuido al cardenal. Este milagro involucra la curación sin explicación científica de Juan Manuel Franco, un bebé de Mar del Plata que, en 2006, salió de un coma profundo después de que sus padres rezaran a la figura de Pironio.

El incidente ocurrió cuando el niño, de 15 meses en ese momento, aspiró accidentalmente el contenido de un recipiente con purpurina. Este hecho lo dejó en un coma profundo, y sus padres, rezando a una estampita de Pironio durante 13 días, presenciaron su recuperación sin rastros de elementos tóxicos en sangre.

La vicepostuladora de la causa de beatificación de Pironio, Beatriz Buzzetti Thomson, llevó a cabo la investigación de la curación completa del niño, sin secuelas, desde 2008.

Eduardo Pironio, nacido en Nueve de Julio, Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1920, fue el hijo número 22 de Giuseppe Pironio y Enrica Rosa Buttazzoni, inmigrantes italianos en Argentina. Después de completar sus estudios eclesiásticos, fue ordenado sacerdote en 1943 y desempeñó roles destacados en la jerarquía eclesiástica, siendo obispo auxiliar de La Plata y luego el segundo obispo de Mar del Plata entre 1972 y 1975.

A pesar de los tiempos convulsionados en Argentina durante su mandato, Pironio dejó un legado significativo, incluyendo la creación de la Marcha de la Esperanza. Posteriormente, ocupó importantes roles en el Vaticano, siendo prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, así como presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.

Su fallecimiento en Roma el 5 de febrero de 1998 marcó el inicio del proceso de beatificación y canonización. Benedicto XVI lo declaró “siervo de Dios” en 2006, y el 18 de febrero de 2022, el papa Francisco autorizó la publicación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoció la heroicidad de sus virtudes, elevándolo a la categoría de “venerable”.

A los turistas

El administrador diocesano Luis Albóniga compartió un mensaje para los turistas en la previa del inicio del verano.

“El descanso no es pasar de la frenética actividad de la vida cotidiana a la agitación de las actividades vacacionales. Es, ante todo, detenernos, disminuir lentamente la marcha. Es, también, elevar los ojos para mirar más allá y descubrir la belleza de Dios en la creación y en el rostro de los hermanos, especialmente de tus familiares y amigos”, indicó en un documento titulado Tiempo de vacaciones.

En la misma línea, remarcó que el tiempo de vacaciones “es un tiempo para el corazón”. “Se nos regala la oportunidad de repasar el año vivido para dar gracias y para renovar las fuerzas. En las vacaciones volvemos a gustar lo simple y hermoso de la vida, dejamos que vuelva a aflorar el amor por los nuestros y a renovar los propósitos que mantienen encendido el sentido de la vida”, completó.

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