Científicas marplatenses del Conicet y la Universidad Nacional desarrollan técnicas para caracterizar el aceite de Cannabis, abordando la temática junto a otros actores sociales.
A partir de la promulgación de la Ley 27350 “Uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados”, esta temática se volvió cada vez más resonante en la sociedad y son cada vez más los usuarios de este producto. Sin embargo, el acceso a un aceite seguro sigue siendo muy restringido y complejo.
Actualmente el aceite de cannabis puede recetarse sólo para la patología de epilepsia refractaria y el producto es importado, por lo que muchas veces los pacientes que lo consumen para otras dolencias, obtienen el aceite de cannabis de manera informal. Es allí donde resulta indispensable poder brindar un servicio que informe sobre su composición y calidad , lo que es fundamental debido a que sus efectos sobre la salud se relacionan directamente con la proporción de compuestos en las distintas variedades de la planta de cannabis.
Un grupo de investigadoras del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB- Conicet, Universidad Nacional de Mar del Plata) trabajan en la búsqueda de técnicas que les permitan extraer, identificar y cuantificar los componentes activos de cannabis, su estabilidad y conservación en el tiempo. El grupo está conformado por Debora Nercessian, investigadora adjunta del Conicet, Julieta Mendieta investigadora adjunta de la CIC, Daniela Villamonte y Silvana Colman, ambas personal de apoyo del Conicet, y Carmen Segarra docente de la UNMdP, todas ellas del área de fisiología y biología molecular de plantas, microbiología y análisis por cromatografía del IIB, junto con la abogada Estela Murgier.
Este equipo de científicas marplatenses tiene como uno de sus objetivos poder realizar el servicio de análisis de aceite para que los pacientes de la comunidad conozcan la composición del aceite que está consumiendo. Si bien en algunos lugares del país este servicio ya está en marcha, en Mar del Plata aún no está disponible.
“Comenzamos a informarnos sobre el cannabis con fines medicinales a finales del 2016 por cuestiones familiares, buscando alternativas para el tratamiento de TGD por un lado y dolor crónico por otro. Así conocimos a la Agrupación Marplatense de Cannabicultores y allí a muchas otras familias que estaban usando el cannabis para tratar estas patologías y algunas otras como epilepsia refractaria. En ese contexto, nos dimos cuenta de que podíamos aportar desde nuestra formación y trabajo en el laboratorio. En ese momento, comenzamos a interiorizarnos sobre el tema y a tratar de formalizar el trabajo, lo que resultó en la formación de un grupo de extensión interdisciplinario aprobado por la UNMdP llamado ConCiencia cannabis,”, cuenta Silvana Colman.
Además del análisis de muestras, el grupo realiza charlas y talleres buscando disminuir los prejuicios que aún existen en la sociedad acerca del consumo de derivados de cannabis con fines medicinales, especialmente entre profesionales de la salud que se muestran reticentes a acompañar este tipo de tratamientos.
El grupo de investigadoras forma parte de la Red Argentina de Cannabis Medicinal (Racme) integrada por profesionales de diferentes disciplinas a nivel nacional. Además, están trabajando en un convenio que permita poner a punto un método para identificar y cuantificar cannabinoides de diferentes variedades de cannabis sativa y generar patrones secundarios con el Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de la Universidad Nacional de La Plata y el Conicet.