El autor del doble crimen del diputado Héctor Olivares y su asesor Miguel Yadón, cometido hace un año en plaza Congreso, fue el imputado Juan José Navarro Cádiz, quien efectuó con la pistola calibre .40 un total de cinco balazos en menos de cinco segundos y a quien le alcanzaron siete segundos para apuntar con la mira láser y abrir fuego desde que vio venir a las víctimas, según las conclusiones periciales de la última reconstrucción del hecho.
El informe incorporado a la causa -y al que tuvo acceso Télam-, pertenece a la Unidad de Alta Complejidad de la Dirección General de Criminalística de la Policía Federal Argentina (PFA).
“Los disparos de arma de fuego que ocasionaron la muerte de Olivares y Yadón provinieron, categóricamente, desde el interior del automóvil particular marca Volkswagen, modelo Vento, dominio LYS656, el cual, al momento del hecho, se encontraba estacionado en la avenida de Mayo frente al monumento Mariano Moreno”, dijo el primer punto de las conclusiones.
En el mismo párrafo se precisó que los tiros partieron “del sector delantero del vehículo” y con la ventanilla del conductor “parcialmente baja”.
Sobre la ubicación del arma de fuego accionada desde el interior del vehículo, el informe reveló que “el tirador empuñó la pistola con la boca del cañón a una distancia menor a los 20 centímetros de la ventanilla delantera izquierda”.
Los peritos de la PFA sostuvieron que en total se produjeron cinco disparos que, según los cotejos balísticos, salieron todos de la misma pistola Bersa Thunder calibre .40 con mira láser secuestrada.
De esos cinco tiros, tres impactaron en Yadón, otro en Olivares y el quinto dio en la rama de un “árbol de gran porte” ubicado a 38,7 metros de donde se encontraba estacionado el vehículo incriminado.
Los cinco balazos se efectuaron en menos de cinco segundos ya que en sus conclusiones, la PFA sostiene que entre cada disparo transcurrió “un lapso menor a un segundo”, lo que además avala “la acción de un solo tirador con una única arma de fuego”.
Los expertos opinaron que en base a la evidencia analizada, en especial la referida a los restos de deflagración de pólvora hallados en su vestimenta, el autor de los disparos fue Navarro Cádiz empuñando el arma desde el asiento del acompañante, y no su primo Juan Jesús Fernández, que estaba del lado del conductor.
Desde esa posición y teniendo en cuenta que el Vento estaba estacionado detrás de un micro, los peritos afirmaron también que “siete segundos” le bastaron a Navarro Cádiz para apuntar con la mira láser y comenzar a disparar desde que vio venir a Olivares y Yadón a 8,6 metros de distancia y avanzaron hasta alcanzar la posición en la cual recibieron los balazos.