Las selecciones que protagonizarán el duelo de la tercera fecha del Grupo C en Qatar 2022 se enfrentaron en 1968 en esta ciudad. Todo lo ocurrido en aquel partido, en una nota extraída de la revista-libro "La Selección Argentina en Mar del Plata" que el Instituto Deportea publicó en 2008.
La primera actuación en la historia de la Selección Argentina en Mar del Plata fue el martes 17 de diciembre de 1968, contra Polonia, un equipo del este europeo que estaba formando la base del elenco que sería protagonista del fútbol mundial por casi 20 años: medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Munich ’72, tercer puesto en el Mundial ’74, plata en Montréal ’76 y tercer lugar en España ’82.
Al equipo argentino, por entonces, lo había vuelto a dirigir el marplatense José María Minella, quien nuevamente fue convocado, después de haber tenido el mismo cargo entre 1964 (triunfo en la Copa de las Naciones, el principal éxito antes del doble campeonato mundial, por la trascendencia de los adversarios y el escenario donde se llevó a cabo) y 1965 (clasificación invicta para el Mundial de Inglaterra, con un recordado triunfo en la altura de La Paz, donde no se volvería a ganar hasta 30 años más tarde).
Eran tiempos complicados para el fútbol argentino y para la selección en particular. Por entonces, los clubes pensaban más en sus intereses particulares y no se prestaba tanta atención a los compromisos del equipo nacional; consecuentemente, para muchos jugadores, era preferible no ser llamado a disputar cotejos con la formación albiceleste, pues entendían más conveniente estar en las competiciones a nivel de clubes donde Argentina era realmente fuerte. El fútbol de nuestro país se había impuesto en 4 de las últimas 5 Copas Libertadores y en 2 Copas Europeo-Sudamericana o Intercontinental.
La atracción entre la gente también era escasa. Por eso no llamó la atención que para el debut de la selección nacional en Mar del Plata, en las flamantes instalaciones del Estadio General San Martín (remozadas por un acuerdo entre la Liga Marplatense de Fútbol y Boca Juniors, a través de su presidente Alberto J. Armando, que consistió en girar la ubicación del campo de juego, por lo que la platea lateral techada pasó a ser popular cabecera sobre la calle Alvarado), apenas 4.500 espectadores ocuparan las tribunas.
El domingo anterior al partido contra los polacos, se había jugado la última fecha del Nacional ’68; por los resultados que se dieron, por primera vez en la historia de nuestro fútbol, tres equipos habían igualado el primer lugar y debían jugar un torneo triangular desempate (volvería a ocurrir en la primera década de este siglo). Por ese motivo, en la selección no hubo jugadores ni de Racing Club, ni de River Plate, ni de Vélez Sarsfield, que estaban en esa definición que finalmente favoreció al conjunto de Liniers. River y Racing volverían a jugar el miércoles 18, en la cancha de San Lorenzo, en Buenos Aires, luego de haber igualado 1-1 en Avellaneda. Vélez esperaba y su debut en el mini certamen sería el domingo 22, también en Boedo, frente a River: fue el famoso partido de la mano de Luis Gallo que el árbitro Guillermo José Nimo no vio o no quiso ver…
Precisamente, Nimo fue encargado de arbitrar el cotejo contra Polonia, el número 401 de la historia, y en esa destemplada noche de fines de primavera en Mar del Plata, sí estuvo muy activo para sancionar penales: Argentina se impuso 1-0 con un gol marcado por esa vía por Raúl Armando Savoy, talentoso pero poco temperamental volante de Independiente, a los 36 minutos del primer tiempo. Fue la despedida internacional de Savoy, aquel que asomara en Chacarita Juniors junto con Mario Rodríguez (juntos pasaron a Independiente; les decían “las hermanitas Kessler”, por unas cantantes alemanas que actuaban en la RAI, cuyos programas entonces sólo llegaban en video tape y muchos días después) y que también tuviera grandes desempeños en Boca Juniors. En Mar del Plata convirtió su séptimo gol con la selección.
Veinte minutos antes, a los 16’ del primer tiempo ante Polonia, Edgardo Norberto Andrada (el “Gato”), notable arquero de Rosario Central y luego del Vasco da Gama de Brasil –un año más tarde, a él Pelé le convirtió de penal el gol 1.000 de su carrera- se lució atajándole otro remate de los doce pasos al formidable Kasimierz Deyna, el mismo que admiraríamos en los Mundiales de 1974 y 1978 y que murió en un accidente automovilístico en 1989 en los Estados Unidos. Fue considerado el mejor jugador polaco de todos los tiempos.
Andrada ya había atajado un penal en la selección: en 1963, durante la Copa América de Bolivia, Edgardo Andrada contuvo el remate del local Max Ramírez, en un partido que los del Altiplano ganaron 3-2 para encaminarse a su único título continental. Y repitió en 1968 en Mar del Plata, ante el polaco Deyna.
Sólo 5 arqueros en toda la historia de la selección argentina contuvieron 2 penales a través de su trayectoria, sin contar las definiciones por tiros desde los 11 metros, donde –claro- Sergio Javier Goycochea tiene un lugar destacado: el primero fue Carlos Isola, en 1916 y 1917, luego el formidable Amadeo Carrizo, produjo la misma proeza en 1957 y 1964, a continuación Andrada; en 1978 se sumaría a la acotada lista el notable Ubaldo Fillol, en un caso frente al propio Deyna, durante el Mundial y más adelante en 2012 y 2016 Sergio Romero se unió al club.
Con respecto a Andrada hay que decir que en 2007 fue acusado de integrar un grupo de tareas durante la dictadura argentina en la década de los ‘80 y de haber participado en el secuestro de dos militantes montoneros, Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereira Rossi, en mayo de 1983. Andrada reconoció haber trabajado en el Destacamento de Inteligencia del Ejército Argentino en Rosario como personal civil, pero negó su involucramiento en los episodios mencionados. En febrero del 2012 fue absuelto en la causa por falta de mérito por el juez interviniente. Murió en 2019.
La selección albiceleste registró tres debuts en Mar del Plata ante Polonia. El férreo aunque algo lento zaguero centro Pascuttini, de buena campaña en Central y que posteriormente también se destacara en Colombia; Tardivo, centromedio de físico parecido a Rattin y que tuvo muy buenos desempeños en Colón, que luego no pudo prolongar en Independiente y el centroatacante Olmedo.
Aquella era una selección experimental, en la que sólo había un futbolista de Estudiantes de La Plata, por entonces rey de América y el mundo, de la mano de Osvaldo Zubeldía y sus boys.
* Nota de Juan Carlos Morales y Julio Macías para la revista-libro “La Selección Argentina en Mar del Plata” que el Instituto Deportea publicó en 2008.
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