Movimientos, pases e internas forman forman parte del panorama legislativo.
por Ramiro Melucci
“Hay mucha actividad política detrás del reclamo por el estado de las calles”, dijo ayer el intendente Carlos Arroyo. Un día antes, el Concejo Deliberante declaró por unanimidad la emergencia vial por 90 días para arreglar las calles de granza y tierra dañadas por el temporal.
“Hay muchos candidatos que desesperadamente se sacan fotos en un charco y critican el estado de las calles”, agregó indignado el jefe comunal. No nombró a nadie, pero uno de los que formuló cuestionamientos fue el radical Mario Rodríguez, integrante del interbloque Cambiemos e impulsor del proyecto para declarar la emergencia.
El contrapunto marca uno de los principales datos políticos del año electoral: Rodríguez, presidente del comité radical, forma parte de un sector crítico de Arroyo. Una línea que, dentro del Concejo, comparte con Eduardo Abud. Son los que cuestionan a los radicales que forman parte del gobierno municipal: los acusan de defender lo indefendible.
Del otro lado están los ediles del radicalismo que acompañan la gestión: la presidenta del bloque de la UCR, Cristina Coria, Nicolás Maiorano y Gonzalo Quevedo. “Somos los que nos hacemos cargo, los que aceptamos que el radicalismo forma parte de la alianza gobernante”, suelen repetir. También los que respaldaron a Vilma Baragiola, funcionaria de Arroyo, en la última interna radical.
El oficialismo más duro, el “arroyismo”, nucleado en el bloque Agrupación Atlántica-PRO, sumó en los últimos días un integrante. No lo motivó un movimiento preelectoral, sino una desgracia: el fallecimiento de José Cano, crítico del manejo financiero del gobierno local. En su lugar asumió Federico Santalla, una mano más para votar los proyectos oficiales.
En la atmósfera oficialista también aparece Crear, la bancada que crearon Lucas Fiorini y Alejandro Carrancio cuando los expulsaron del Frente Renovador. Hace poco anunciaron su incorporación a Cambiemos. Pero su mantra combina profundas discrepancias con Arroyo y la admiración a María Eugenia Vidal.
Acción Marplatense es uno de los bloques que más siente el impacto de las próximas elecciones. De sus cinco concejales, uno creó una agrupación disidente del pultismo (Santiago Bonifatti) y otro acaba de anunciar su pase al Frente Renovador (el histórico Héctor Rosso). Consecuencias, también, de la derrota electoral de 2015.
Así, el Frente Renovador no necesitó las elecciones para incorporar un concejal: Cristian Azcona ya le dio la bienvenida a Rosso, que a su vez fue tildado de “oportunista” por su ex compañera de bloque Claudia Rodríguez.
En la bancada del Frente para la Victoria, en cambio, parece reinar la armonía. Sus tres integrantes (Daniel Rodríguez, Marcos Gutiérrez y Marina Santoro) sueñan con una candidatura de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Eso es lo que parecen pedir en la foto que en las últimas horas se sacaron sonrientes con Máximo Kirchner y Fernanda Raverta. Más que un reflejo de una pacificación en el peronismo, que por el momento no aflora, es la confirmación de que el randazzismo no habita el Concejo.