Por Marta Lamas
Estamos prácticamente en las vísperas (sólo faltan dos meses y medio) del 150 aniversario de la fundación de Mar del Plata, y la capilla de Santa Cecilia se adelanta a ese festejo al celebra su siglo y medio en la Loma que lleva su nombre.
Siendo un emblema de nuestra ciudad, tiene el privilegio de ser la primera construcción hecha en piedra y cal, a partir de la cual el agrimensor Carlos de Chapeaurouge comenzó el trazado a cordel para diseñar el plano fundacional de Mar del Plata, dados sus valores constructivos y su significado religioso.
Sin datos sobre el proyectista, fue el constructor suizo Luis Beltrami el encargado de su edificación. En referencia a su importancia histórica Monseñor Dr. Juan Martín Zabala mencionó a la Capilla de Santa Cecilia como la verdadera “piedra fundamental” de Mar del Plata, en ocasión de haber celebrado el Instituto Santa Cecilia sus Bodas de Oro.
Este establecimiento educativo, está a cargo de las Hermanas de Nuestra Señora del Huerto de quienes también depende el cuidado y atención de la capilla.
Referente también para la actividad marítima, la vista de su cúpula dio nombre a Punta Iglesia en la costa, ya que al divisarla servía a los hombres de pesca para volver al puerto.
Otro de los valores históricos de este Monumento Nacional (1971), Provincial y Municipal (1995), radica en haber oficiado como receptor de acontecimientos del incipiente poblado, ya que detrás de ella se instaló el primer cementerio, y en sus registros constaron los nacimientos, matrimonio y defunciones de nuestra primitiva historia.
En una publicación de 1914, editada con motivo del centenario del nacimiento de Patricio Peralta Ramos y dedicada a su memoria, se lee textual en referencia a la Capilla: “La primera manifestación de edificación religiosa está en lo que fue iglesia de Santa Cecilia hoy ermita y más bien Oratorio de un colegio de Nuestra Señora del Huerto. Se halla situada en el promontorio Norte de la ciudad y casi a la pendiente rápida del Atlántico que domina en una extensión inmensa. A sus pies, al Sud se extiende la ciudad con muchos y monumentales edificios y numerosos chalets palacios, residencia de muchos miles de veraneantes que han hecho de las playas de Mar del Plata la estación balnearia modelo en Sud América que compite con las mejores del viejo mundo”, dice.
Y agrega: “A la capilla citada se la dio el nombre de Santa Cecilia en buena memoria de doña Cecilia Robles, esposa del fundador don Patricio Peralta Ramos. El libro de bautismos se encabeza el 8 de marzo de 1877 con la inscripción de Zoila Pérez, hija ley de Lorenzo Pérez y Matilde Jiménez, nacida el 28 de junio de 1876. El libro de matrimonios se abre con el de Ramón Torres, cordobés de 21 años, con Indalecia Cepeda, porteña de 15 años. El de defunciones, anota, la primera, la de Joaquín Ramírez el 5 de enero de 1876, que falleció (en Balcarce) Capilla de Santa Cecilia en el Puerto de Mar del Plata, parroquia Tandil, de muerte natural. ¡Cuán lejos estaría el pensar del fundador de Mar del Plata, que después de tan pocos años, en sólo un mes como el de abril último habían de contarse 104 nacimientos, 26 matrimonios y 48 defunciones!”.
Los datos edilicios y arquitectónicos figuran en numerosas publicaciones, pero tan importante como ellos son los archivos de la memoria y los documentos que certifican el paso de estos ciento cincuenta años que se celebran. Sin dudas se irán desgranando a lo largo de los próximos meses un sinfín de recuerdos, personajes y anécdotas de cómo se desarrolló nuestra historia lugareña, que comenzó con la instalación del legendario saladero.