El elenco visitante dejó de jugar a los 5 minutos del complemento en protesta por el arbitraje.
Más allá del ascenso de Alvarado, el final de la noche, con los jugadores de San Jorge abandonando el partido a poco de comenzado el complemento, empañó en parte la fiesta final.
Adrián Franklin, juez principal del cotejo, tuvo una polémica actuación en el primer tiempo, al punto que los jugadores de San Jorge amagaron con no salir a jugar el segundo. Para entonces, el árbitro ya había expulsado dos jugadores visitantes y amonestado a otros seis. Y Alvarado ganaba 1-0 con tanto de Emiliano López.
El gol, es cierto, había sido legitimo más allá de la airada protesta visitante. Pero el juez santafesino se había mostrado demasiado riguroso con los tucumanos. La calentura e impotencia de los hombres de San Jorge se palpaba a lo lejos. Por eso al cabo de la primera etapa, rumbo a los vestuarios, algunos muchachos de Alvarado como Diego Herner y Fernando Ponce se acercaron para intentar calmar los ánimos.
De todas formas, en camarines, en San Jorge fue tomando forma la idea de abandonar el partido. Pareció que esa intención quedaba en la nada cuando salieron a disputar el complemento con un cambio ordenado por el entrenador.
Sin embargo, cuando iban apenas 5′ del segundo tiempo, los nueve jugadores del equipo tucumano se sentaron en el campo en señal de protesta. Y lo mismo hicieron los suplentes y auxiliares del equipo visitante.
Cuando volvieron a ponerse de pie ya no fue para retomar el juego. Saludaron respetuosamente a los futbolistas de Alvarado y dejaron la cancha. Una medida extrema poco habitual, en un fútbol de ascenso que lamentablemente está plagado de arbitrajes polémicos y que, sin embargo, cuenta con pocos desenlaces como el que se vivió en el Minella.
Franklin entonces, tras unos minutos, decretó el final del partido y desató el festejo de la gente. “El que no salta, abandonó” cantaron los hinchas del local, mientras que los visitantes se retiraban de la cancha. Un final inesperado, que rápidamente recorrió el país a través de las redes sociales y llevó a Alvarado y San Jorge a ser tendencia en Twitter.
Con el pitazo final del árbitro, ni siquiera el plantel de Alvarado pudo festejar el ascenso por los carriles normales. Es que más allá de la presencia de un cordón de personal de infantería de cara a la popular del tablero, varios hinchas comenzaron a invadir el campo y, literalmente, saquear a los jugadores del equipo de Mauricio Giganti.
Así pudo verse a Diego Herner defenderse a empujones corriendo hacia vestuarios para zafar de un par de hinchas que a toda costa querían sus pertenencias. Y no corrieron la misma suerte otros como Matías Degrá, al que “tacklearon” para sacarle camiseta y short.
Recién después de unos minutos, con el ingreso de más efectivos policiales al campo de juego, la situación se normalizó y los futbolistas regresaron con una remera alusiva al ascenso y la compañía de familiares y allegados para festejar el esperado arribo a la Primera B Nacional.
Entonces sí se “encarriló” la fiesta. Y aparecieron los bocinazos para salir del Minella, y las caravanas de hinchas a la sede del club y al monumento al General San Martín, epicentro de cada acontecimiento importante en la ciudad.