Por cada 100 pesos que se pagan por una habitación de un hotel o una comida en un restaurante, 40 se los lleva el Estado en diversos impuestos.
La carga tributaria sobre hoteles y restaurantes, que en su conjunto aplican la Nación, las provincias y los municipios, alcanza al 40% sobre el precio que paga el consumidor por una habitación o por una comida, concluyó un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
“Por cada $ 100 que paga el consumidor, $ 40 se los lleva el Estado. La carga tributaria sobre hoteles y restaurantes es un factor que atenta contra la competitividad del sector”, indicó
la economista jefe del Iaraf, Sofia Devalle.
Devalle presentó el trabajo del Instituto en el Décimo Tercer Coloquio Tributario Hotelero Gastronómico, organizado por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra) en el hotel Las Hayas de esta ciudad.
Allí remarcó que “en términos generales, el fisco argentino, en sus tres niveles, se está llevando en materia de recaudación tributaria los máximos niveles del Producto Bruto Interno (PBI) de la última década, con 3,6%”.
Explicó que “uno de los principales factores explicativos de esta mayor presión tributaria es el impuesto subnacional a los Ingresos Brutos, que cobran tanto las provincias como la mayoría de los municipios y que tuvo fuertes subas en la última década, alcanzando a 1,6% del PBI”.
Precisó que “a nivel particular, la carga tributaria sobre el sector de hoteles y restaurantes representa actualmente entre 37% y 40% del precios de esos servicios”.
“Esta carga se ve acentuada por el componente impositivo contenido en los insumos, y que no puede ser tomado como crédito fiscal”, remarcó Devalle.
De acuerdo al trabajo, en el caso de un hotel grande, la carga es de 39,3% sobre el precio al público; y en uno chico, de 36,7%.
Para el caso de los restaurantes esos números son de 39,7% para los grandes, y de 37,9% para los chicos.
La carga tampoco es la misma, de acuerdo a la provincia, siendo más alta en Córdoba, del 40,7% por encima del promedio, y la más baja en Tierra del Fuego, con 27%.
La economista del Iaraf advirtió que “una de las consecuencias de la elevada presión tributaria es la pérdida de competitividad y los mayores incentivos a la evasión”.
Puntualizó que “a nivel internacional, la Argentina continúa ascendiendo en el ranking de carga tributaria entre países, en parte por la mayor importancia que adquiere el impuesto a los Ingresos Brutos y que no existe en naciones vecinas ni en las desarrolladas”.
En consecuencia, estimó que “es esencial que en la discusión del federalismo fiscal argentino, se incluya una revisión de este impuesto, no solo en cuanto a su funcionamiento, sino también con relación al fuerte crecimiento en su presión durante la última década”.