Fue a comienzos de febrero. Pero en el hospital no se pudo evitar la muerta de un paciente con hemorragia digestiva alta.
A principios de febrero, en su desesperada carta a la gobernadora María Eugenia Vidal, la jefa del servicio de emergencias y trauma del Hospital Interzonal General de Agudos, Andrea Potes, había advertido sobre la falta de gastroenterólogos, lo que terminó provocando la muerte de un hombre.
“Sin endoscopio de ningún tipo funcionando (alto, bajo ni respiratorio). Y aparte renunciaron los gastroenterólogos y también los patólogos, por lo que no hay anatomías patológicas (biopsias, para que entiendan)”, escribió Potes hace más de 40 días.
Su carta, que adquirió repercusión nacional, obligó a la ministra de Salud bonaerense, Zulma Ortiz, a visitar el hospital, donde prometió aumentar la cantidad de camas e incorporar instrumental de diagnóstico a través de una inversión de entre 8 y 10 millones de pesos.
Pese la voz de alerta de Potes y la promesa oficial, no hubo gastroenterólogos para atender a un paciente que había ingresado con un cuadro de hemorragia digestiva alta, según denunció ayer el presidente de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la provincia (Cicop), Alejandro Loretti,
“El viernes entró el paciente, ayer (por el lunes) me vienen a buscar de la guardia por este problema y me entero que el paciente se murió. Los médicos me vinieron a buscar, enloquecidos, sacados, con una carga de frustración terrible. En estos días estuve diciendo que si caía al hospital un paciente con una hemorragia digestiva alta se nos moría, bueno, nos pasó”, aseveró el representante gremial de los profesionales de la Salud.