Los oferentes entregaron cinco diferentes tipos de Letras de Capitalización (LECAPS) por $ 99.612 millones de Valor Nominal, pero con un precio residual al momento de su capitalización $85.332 millones, y a cambio recibieron dos nuevo títulos, las LEBAD, por $83,395 millones, lo que generó un ahorro de $ 1.1978 millones.
El Gobierno canjeó este lunes deuda de corto plazo por $ 85.332 millones por otros dos títulos que suman $ 83.395 millones, los cuales vencerán en septiembre y diciembre de este año y por los que pagará menos tasas.
“Hemos logrado cumplir con las tres condiciones que se necesitan para hacer este canje: alargar los plazos de pago, bajar la tasa que se paga, y reducir el monto” de la deuda, informó el Secretario de Finanzas, Diego Bastourre, al presentar los resultados a la prensa.
El funcionario destacó que desde esa cartera “estamos conformes con el resultado obtenido” por haber sido “un canje poco habitual”, por haberse lanzado un viernes a la noche, con escaso tiempo para su realización y sin la operatorio de agentes en el exterior por el feriado en los Estados Unidos.
Los oferentes entregaron cinco diferentes tipos de Letras de Capitalización (LECAPS) por $ 99.612 millones de Valor Nominal, pero con un precio residual al momento de su capitalización $85.332 millones, y a cambio recibieron dos nuevo títulos, las LEBAD, por $83,395 millones, lo que generó un ahorro de $ 1.1978 millones.
Además, “mientras que las LECAPS tenían un rendimiento fijo en torno al 60%, al día de hoy las LEBAD tienen una tasa que ronda el 43%”, explicó Bastourre en declaraciones a la prensa.
Las LEBAD entregadas se ajustan por la tasa Badlar Privada, la que se paga por depósitos mayores a un millón de pesos, más 400 puntos básicos para la serie que tiene vencimiento el 18 de septiembre y 550 puntos adicionales la que caduca el 22 de diciembre.
A esto hay que sumarle que las cinco Lecaps que habían entrado en el reperfilamiento lanzado en octubre, vencían en los próximos seis meses y a cambio de esto recibieron dos títulos, uno que vence en septiembre y otra en diciembre. “Esto tiene como resultado descomprimir unos $47.000 millones que vencían en el corto plazo”, destacó Bastourre.
Por su parte el subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi, destacó que este canje descomprime las necesidades del Estado Nacional de salir a buscar abundante financiamiento a la plaza local “y de esta manera dejamos financiamiento disponible para otras jurisdicciones” como pueden ser las provincias.
Bastourre explicó que desde esa cartera “no se quiere poner un número sobre cuál sería un buen nivel de aceptación, sino que se centró en bajar la tasa y extender los plazos”.
En ese sentido, el funcionario destacó que más allá del buen resultado, con los nuevos títulos “habrá que enfrentar vencimientos por $ 35.730 millones en septiembre y unos $ 47.600 millones en diciembre”.
También ponderó el buen nivel de aceptación que tuvo esta operación entre los agentes del mercado que, mayoritariamente, otorgaron LECAPS de corto plazo “lo que da una señal de confianza” sobre cómo se viene llevando adelante el tema de la renegociación de la deuda.
Ahora, con este panorama más despejado “nos enfocaremos a la nueva licitación que tenemos prevista el 27 de enero”, destacó Bastourre.
El viernes, el Ministerio de Economía lanzó el canje voluntario de títulos que en conjunto -los cinco bonos involucrados- sumaban un valor nominal de $ 214.200 millones, todos los títulos en pesos y bajo legislación local.
Además de renovar los títulos por otros a más largo plazo, la operación también buscaba evitar que se inyecten más pesos al mercado, en caso que se paguen estos vencimientos, mientras el Gobierno continúa con las negociaciones para renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional, y los acreedores privados tanto internos como externos.