Tienen 23 y 30 años, y están acusados por los hechos que se registraron en casas ubicadas en las zonas de Camet y Zacagnini. En el marco de la causa ya había otros dos imputados.
Dos delincuentes fueron detenidos ayer tras allanamientos en sus viviendas, acusados de integrar la banda que cometía violentos robos en casas ubicadas en las zonas de Camet y Zacagnini.
Los sospechosos, de 23 y 30 años, tienen antecedentes delictivos y fueron apresados por orden del titular de la Fiscalía Especializada en robos violentos en casas, Mariano Moyano, luego de que en su poder se hallaran distintos objetos de valor que pertenecerían a las víctimas.
Personal de la Coordinación Departamental de Investigaciones (CDI) allanó las casas de los acusados, ubicadas en Martínez al 3200 y Rufino Inda y Caraza, luego de la autorización de la Justicia de Garantías. En los domicilios, los uniformados encontraron y secuestraron perfumes, alhajas, bolsos, teléfonos celulares, guantes, tarjetas SIM, un cuchillo, un GPS, además de anotaciones varias. En tanto, también se incautaron de un automóvil marca Ford Focus, zapatillas y un porta handy (que pertenecería al aparato secuestrado en otro vehículo, en el marco de la misma causa).
Es que, por esta investigación ya se habían efectuado procedimientos policiales en los que se produjeron las detenciones de otros dos sospechosos. En esas oportunidades también fueron aprehendidos los padres de uno de los presuntos delincuentes, acusados de “encubrimiento”.
Los hechos que llevaron a las detenciones se produjeron en las últimas semanas en jurisdicción de la comisaría séptima. Más precisamente, ocurrieron en los barrios Zacagnini, Estrada, Caisamar, Constitución, Parque Luro y Los Pinares.
Uno de los asaltos más sorprendentes fue el ocurrido en Estrada al 5300, el 22 de febrero, cuando la propietaria de la casa, de 30 años, su novio de 33, y otra pareja compuesta por un hombre de 28 y una mujer de 30 compartían una cena.
Los delincuentes ingresaron en la vivienda y sorprendieron a las dos parejas. Uno de los asaltantes llevaba un arma de fuego que empleó no solo para amenazar de muerte a todas las víctimas sino también para golpear a una de ellas.
Después de obligar a los hombres y las mujeres a dirigirse a una habitación y permanecer encerrados allí, los delincuentes revisaron la casa en busca de dinero y objetos de valor. Finalmente se alzaron con dos televisores de 48 y 42 pulgadas, una tablet, un equipo de audio, una aspiradora, dos computadoras portátiles, botín que cargaron en el vehículo de una de las mujeres, un automóvil Renault Clio.
Una vez conseguido el objetivo, los ladrones escaparon con rumbo desconocido y las víctimas pudieron solicitar ayuda al número 911.
Además de este hecho, adjudicado por los investigadores a los detenidos, se produjeron varios en las últimas semanas. Para el fiscal Moyano existe una conexión no solo geográfica entre los distintos casos sino en cuanto a la forma de operar de los autores.