Opinión

Dos caras de un juego inútil

Por Horacio Taccone (*)

Los dos bloques mayoritarios del Concejo Deliberante que pretenden definir por sí o por no la licitación del transporte para los próximos 20 años, votando o rechazando en pocos días más un Pliego a medio examinar, miran sus propios intereses y no el interés de los vecinos.

Votar u oponerse así, a libro cerrado en ambos casos, son las dos caras de un juego inútil que excluye la sensatez. La generación transparente de propuestas concretas para que los marplatenses tengan un mejor servicio requiere abrir el texto, cambiar artículos, corregir errores, agregar temas y superar “tradiciones” nefastas en las que los señores del transporte pretendieron, muchas veces, tener más poder que el estado.

Definir una estrategia para abordar el futuro con objetivos de progreso social, es insoslayable frente a un servicio que utilizan trabajadoras y trabajadores, estudiantes, jubilados, niños, turistas, el pueblo. Desde esos intereses, los más legítimos, pensamos que el estado político con el que nos investimos en la vida democrática debe también admitir políticas de estado que evolucionen la frontera adversarial.

Definir un mejor servicio. La definición de un servicio más confortable, más seguro y más barato, sin pérdidas de tiempo pasando siempre por los mismos lugares, no surgirá de las urgencias de unos ni de las renuencias de otros. El examen minucioso de los contenidos en tratamiento, la escucha verdaderamente amplia y participativa de la ciudadanía, la incorporación de propuestas de todos los sectores, son alternativas imposibles en este contexto de apuros y rechazos.

Las carencias del pliego. Hasta aquí no se analizó cuanto impactaría en el costo del boleto que el plazo del contrato fuera de 5, 10 o 15 años, considerando la recuperación de las inversiones que se esperan del futuro concesionario. Tampoco se fundamentó un análisis económico de la incorporación de más unidades de piso bajo ni de la adaptación de ese tipo de vehículos a la totalidad de las trazas previstas. Se quiere dar despacho a un pliego que no ha modificado los recorridos con las ampliaciones que los vecinos reclaman. No se asegura el control social de las frecuencias mediante su publicación. Nos parece importante garantizar la intervención de la Universidad en el proceso de actualización de la tarifa, y publicitar los aumentos de costo para garantizar el derecho a la información. La impúdica manipulación de los paros, los lockouts disfrazados de conflicto laboral, la impotencia contractual frente a la deslealtad empresaria con los usuarios, no cuentan con un marco sancionatorio serio y eficaz. Resulta finalmente extravagante en esta enumeración, no taxativa, que se mencionen grandes obras a cargo del concesionario y que las mismas no tengan valor ¿cómo se controlará el cumplimiento de lo que no está valorizado?

El negocio de la precariedad. De la misma manera, no licitar es asegurar un limbo sin obligaciones ni control para los prestadores actuales. Con el contrato vencido, y de prórroga en prórroga, sin licitación, el empresariado se asegura cobrar una tarifa y apropiarse de la rentabilidad sin competir y sin obligaciones de inversión.

Proponemos estudiar, intervenir y decidir. Más del 84% de la sociedad no sabe que se licitará el servicio y, a pesar de la generosa y positiva participación de los 260 inscriptos, más del 98% de los 700.000 marplatenses no se enteró de la audiencia pública convocada para el día de ayer, según una encuesta realizada esta semana por Acción Marplatense. De la misma manera, y a tenor de lo que se pregunta, se publica y se afirma, muy a duras penas puede pensarse que en el Concejo Deliberante se ha terminado una primera lectura del pliego.

En estas condiciones, votar a favor o en contra sería una flagrante irresponsabilidad. Por eso creemos que deben replantearse los plazos y las formas que pretende el ejecutivo municipal. El tratamiento del Pliego de bases y condiciones no está finalizando. Apenas empezó. Y también se debe decir, con muy baja productividad. Con solo un repaso de las propuestas de las bancadas formalizadas en actas o con los pedidos de informes registrados en la comisión para completar análisis y cotejar realidades, se puede tener una prueba documentada de esta afirmación.

¿Silencio de cortejo o épica de transformación? 

Por último, más allá del esfuerzo del área técnica relacionada con la movilidad urbana, que valoramos, es inevitable señalar la enorme deuda del gobierno municipal con la fundamentación política de este proyecto. Sobre todo si se considera que está frente a la principal Licitación de todo su mandato. La ciudadanía no es interpelada por ninguna convocatoria trascendente que la haga sentirse frente a un proyecto verdaderamente transformador. Un gobierno sin entusiasmo tampoco entusiasma y un proyecto para licitar el transporte por 20 años no se debería acompañar con silencios de cortejo, sino con los tambores de una épica de transformación.

Por todas estas consideraciones, entendemos que se debe ampliar la hasta ahora mezquina instancia de intercambios, análisis, controles y propuestas entre el Gobierno municipal, las bancadas del Concejo Deliberante, la ciudadanía y las Instituciones de la Comunidad marplatense. Para concretar así el rumbo definitivo de un proceso que los marplatenses y batanenses necesitan que sea de verdadera superación y progreso.

(*) Presidente del bloque de concejales de Acción Marplatense. 

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