Oferta y demanda e influencia de la cotización del dólar, algunas de las razones en los aumentos de determinados productos vegetales. Cambios en los hábitos de compra por la cuarentena y el escaso presupuesto.
Si bien el consumidor argentino ya perdió toda capacidad de asombro ante la continua escalada de los precios de los productos de diversos rubros, durante la última semana muchos se sorprendieron por el costo de determinadas verduras casi tanto como cuando miraban la cotización del dólar blue.
Aunque las modificaciones de las cotizaciones suelen ser habituales, llamó la atención las correspondientes a determinadas verduras, como el brócoli, tomate o morrón, ya que en muchos casos llegó a rozar los 400 pesos el kilo mostrando una suba cercana al 80 por ciento en algunos comercios de la ciudad.
“Esto es oferta y demanda, así de simple”, definió el propietario de dos puestos en el Mercado de Abasto Central, Daniel Stancato.
La respuesta fue calcada en dos verdulerías y fruterías consultas por LA CAPITAL: “Oferta y demanda, así se trabaja en el mercado”, opinaron en “La verdulería de Antonio”, ubicada en la zona de Playa Grande.
“Hay más consumo de determinados productos y, si falta, aumenta su costo”, añadió Stancato y explicó que la suba del precio del tomate se debió a que “ahora estamos trabajando con el tomate de Corrientes, antes tuvimos el procedente de Salta y Jujuy, y el mes que viene ya llega el de La Plata”.
“A veces hay precios que se revolucionan en el mercado, pero es la respuesta a la oferta y demanda”, añadió.
Crecimiento
El tomate, en todos sus formatos ya sea perita, redondo o cherry, en cuestión de días aumentó casi un 50 por ciento y el kilo hoy cotiza “entre 120 y 200 pesos, de acuerdo a la variedad. Subió porque no hay mercadería”, señalaron en “El Rey de la Economía”, frutería ubicada en Santa Fe y Alberti.
La propietaria del lugar explicó que “el cajón, que trae aproximadamente 20 kilos, está a 2.500 pesos cuando la semana pasada lo pagué 1.800 pesos. Y siempre tenés que tirar uno o dos kilos porque están feos”.
Además, advirtió que “por la cuarentena los quinteros tampoco están trabajando con la misma cantidad de gente y eso afecta”.
Otra causa del aumento en determinadas frutas y verduras radica en la oscilación del precio del billete verde. “Con el tomate específicamente -detalló Stancato- también influye el dólar, porque tiene muchos insumos importados. Los palos y plásticos de los invernaderos son importados, al igual que el alambre, es todo valor dólar”.
Cambios
En muchas verdulerías adquieren los productos para vender “de acuerdo al precio, no puedo comprar material que después lo tengo que vender carísimo, porque además nadie lo compra”, advirtió la propietaria del comercio de Santa Fe y Alberti y ejemplificó con lo sucedido esta semana con la manzana.
“Está carísima -añadió- a 3.200 pesos el cajón de 18 kilos, por lo que la tengo que vender a 220 el kilo. Imposible”. Así, la mujer optó por “comprar de acuerdo a los precios” y observó que esa variación en los valores de los productos también trajo aparejado un cambio de hábito en los compradores. “Muchos compran por unidad, ya no más por kilo”, detalló.
Otra verdura que se “había ido a las nubes” la semana pasada fue el morrón colorado, aunque en estos días ya comenzó a bajar. “Lo tengo a 300 el kilo, cuando llegó a estar 350″, dijo el propietario del comercio ubicado en Alem y Saavedra, aunque en otros comercios incluso se comercializó más caro.
“Por ahí la mercadería baja de precio en el mercado, pero en el precio al público recién se nota unos días después. Eso pasa con el morrón”, observó el puestero del Mercado de Abasto Central.
El brócoli fue otro de los protagonistas del “aumentazo”, aunque en ese caso se trató de “una cuestión estacional, ya que es de invierno. Lo que pasa es que este año es atípico, se consumió mucho más de todo”, analizó.
Los coloridos productos de estación, y no tanto, resaltan en los escaparates de las verdulerías a la espera de que no se detonen los precios y puedan servirse en las mesas.