El ministro de Educación, Nicolás Trotta, anunció un posible "retorno escalonado" a las aulas en agosto. Desde Tribuna Docente Tendencia plantean que se desconoce cuál será el impacto de la pandemia en invierno. Además, cuestionan las secuelas de la virtualidad.
Desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, la virtualidad transformó sustancialmente la manera de dictar clases. Volver a las aulas es todavía un paso incierto que genera expectativa, pero también alarma por las condiciones en la que se retomará la actividad presencial.
La agrupación Tribuna Docente Tendencia, integrante de la lista Multicolor de Suteba, manifestó su preocupación por el anuncio del ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta sobre un posible retorno “escalonado” a las aulas para el mes de agosto.
“Esto es muy preocupante, sobre todo porque estamos en un momento en que el número de contagios por coronavirus ha pegado un nuevo salto”, advirtieron los docentes de este espacio.
Al respecto, plantaron que se desconoce cuál será el impacto de la pandemia durante el invierno y qué tipo de protocolos deberían establecerse para prevenir los contagios de toda la comunidad educativa.
El anuncio de un posible retorno a clases presenciales “se hace no solo a contramano del disparo de los contagios, sino de la realidad de las escuelas y el régimen laboral docente”, manifestaron desde Tribuna Docente Tendencia.
Advirtieron que regresar a las aulas significa que la gran mayoría de los docentes “se traslade por varias escuelas durante el día, exponiéndose al virus y transmitiéndolo al mismo tiempo” y que “lo mismo sucederá con los estudiantes y padres de niños de escuelas públicas que mayoritariamente lo hacen en colectivo”.
Así, “no hay condiciones para que esto sea resuelto mediante una incierta alternancia entre trabajo presencial y virtual”, indicó Fernanda Diaz, referente local de la agrupación y delegada del Suteba Mar del Plata.
Secuelas de la virtualidad
Por otro lado, los docentes apuntaron que “no puede sostenerse la continuidad pedagógica virtual en los términos en que se está desarrollando”.
Desde este espacio vienen alertando sobre las consecuencias que esto trae para la salud de la docencia, como así también el “enorme despliegue” para sostener las clases vía Whataspp, mail y distintas plataformas virtuales.
Esto, indicaron, “ha provocado una sobrecarga laboral y un quiebre del régimen laboral“, como así también “dolores cervicales, contracturas, problemas en la columna, irritación de ojos, ansiedad y una sensación de desborde permanente”, entre las secuelas de las clases virtuales.
Desde Tribuna Docente Tendencia remarcaron además la “ineficiencia” de las evaluaciones online, la suspensión momentánea de las mesas examinadoras y el problema respecto de los horarios y la intimidad.
Conectividad
Se estima que cerca de la mitad de docentes y alumnos del país no tiene garantizado el acceso a internet. El análisis de la situación llevó al gobierno a resolver que no se calificará a los alumnos hasta que vuelvan las clases presenciales.
“Esto no es el resultado de una conclusión pedagógica”, plantearon desde este espacio y destacaron la necesidad de que el Estado garantice notebooks, tablets y conectividad gratuita para estudiantes y docentes; capacitación en servicio (con puntaje docente) y una plataforma virtual única y segura para el desarrollo de las actividades pedagógicas.