Nació como corolario de un taller que coordina Julián Rodríguez. El libro contiene búsquedas personales y estéticas en torno a dos temas: la imagen y la serie. Se lo presenta el 14 de marzo en el Museo MAR.
“Proyecto Ventana” es un libro que contiene las fotografías de doce autores marplatenses: Marcos Barrena, Ana Laura Ramos, Federico Ferrante, Sofía Súcar, Miguel Antonio Ontivero, Mauro Rodrigo Ubeda, Rocío Sancisi, Miriam Esquivel Hublich, Luis Quirós, Valeria Vázquez, Patricia Fuentes y Verónica López Saglia.
De reciente aparición, el libro nació de este grupo que forma parte del Taller de Fotografía que coordina Julián Rodríguez. “Es la concreción de un antiguo sueño del taller y que se concreta en nuestro veinticinco aniversario”, señaló Rodríguez.
Rico en cuanto muestra temáticas, búsquedas y técnicas diferentes, “Proyecto Ventana” se presentará el 14 de marzo en el Museo MAR a las 18. Con la venta de los ejemplares (el libro está en librerías o se lo obtiene en informes@tallerdefotografia.com.ar), está previsto montar una muestra y además se armó un video que recorre la génesis del libro.
“Los autores y las autoras que ha dado este taller tienen una marcada tendencia al trabajo de autor y en series fotográficas; vale decir trabajos sostenidos sobre tema, abordaje o forma, narrativa, estética o poética”, destacó el coordinador a LA CAPITAL.
Así, aparecen trabajos seriados vinculados a la playa, a la maternidad, imágenes nocturnas y urbanas, otras en las que se retratan viajes, el embarazo, el paisaje o la inmigración, por mencionar algunos temas que aparecen. Al tiempo que también hay montajes y escenas construídas para ser fotografiadas, entre otras. Cada serie bien funciona como una ventana en la que es posible espiar el deseo de cada participante.
-El libro reúne las búsquedas de los distintos fotógrafos, ¿qué te parece Julián que vincula a todos los autores y, por ende, qué es lo común que tienen todas las imágenes, si es que tuvieran algo en común?
-Sin duda alguna las búsquedas son hijas del tiempo que las contiene. Esto no hubiera sido así en otra situación social política económica; si acaso hubiera diferencias entre las tres. Las obras siempre son hijas del tiempo y el lugar; aunque no siempre sea esto obvio y claro. Pasa en la vida, pasa en la fotografía.
-El libro también funciona como un muestrario de las diferentes técnicas que admite una imagen, desde fotos con altas dosis de intervención a otras menos “tocadas”, incluso algunas más periodísticas y otras absolutamente personales. ¿Coincidís?
-Claro que sí, me enorgullece por los participantes brillantes que me tocó dirigir y por la independencia temática que el libro permite. El tema no es más importante que la forma en que se expresan los significados y esto si es referente del tiempo que vivimos. Me alegra que se vea.
-¿Cómo fueron apareciendo las imágenes en cada uno de los autores, a partir de qué trabajos?
-Muchos comenzaron con fotos que resistieron los descartes y otros comenzaron con ideas que sobrevivieron al proceso de armado. Sólo sobrevive el deseo y las ganas de ser parte, la voluntad de mostrar lo que quieren; lo que desean es lo que les permite darle nuevas formas más eficientes y adecuadas. Ese proceso es el armado de la serie. Se trata de experimentar el armado de una serie, que el armado ayude a lo que nos pasa a la hora de contar en fotos lo que necesitamos mostrar, decir o exponer.
-Es interesante observar los diferentes temas que van apareciendo en cada autor. ¿Los temas aparecieron de modo espontáneo?
-Cada cuál elige y propone lo que quiere. Nada bueno podrá surgir de aquello que no se desea. Igualmente es muy interesante cómo se va puliendo y reformando cada enunciado. Esa experiencia la vivimos solamente nosotros. Por eso hicimos un cortometraje. El cortometraje explica cómo es que se hace una serie. No es lo suficientemente extenso como para aclarar todos los conceptos y abordajes involucrados pero intenta ayudar a dilucidar por dónde va la cosa. El corto es una ayuda para ver más de lo que se ve en un conjunto de fotos.