El cuatro veces premier italiano repartió entre cuatro de sus cinco hijos el grupo con inversiones en bancos, fútbol y entretenimiento.
El cuatro veces premier italiano Silvio Berlusconi dejó 100 millones de euros de herencia a su última pareja, la diputada Marta Fascina, y decidió repartir entre cuatro de sus cinco hijos el grupo Fininvest, con inversiones en bancos, fútbol y entretenimiento.
Ninguno de los hijos podrá controlar el holding familiar en solitario, ya que Pier Silvio y Marina tienen juntos el 53% de la firma, mientras que Barbara y Luigi continúan con porcentajes minoritarios y Eleonora se mantiene al margen de la participación accionaria.
El resto del emporio berlusconiano se dividirá en partes iguales entre los cinco hijos, siempre según el testamento, que también publicaron los diarios La Stampa y Corriere della Sera, de Milán, la norteña ciudad donde nació y murió Berlusconi.
En la herencia destacan también los 100 millones de euros para Fascina, con quien estaba en pareja desde 2020, otros 100 millones para su hermano Paolo Berlusconi y 30 más para un amigo, Marcello Dell’Utri, cofundador de Forza Italia, su partido político.
Fininvest cuenta con una facturación de filiales o empresas fuertemente participadas que supera los 5.000 millones de euros y alrededor de 20.000 empleados en total.
Su cartera incluye inversiones de capital en los tres cotizados Mfe (47,9%), Mondadori (53,3%), Banca Mediolanum (30%) y otras inversiones, incluido el Teatro Manzoni (100%).
Sin embargo, la mayoría de los activos inmobiliarios, incluidas las residencias más famosas, se mantienen en la empresa Dolcedrago, propiedad exclusiva de ‘Il Cavaliere’ hasta su muerte, y que ahora se repartirá en partes iguales entre todos sus hijos.