"Astor Piazzolla. El revolucionario del tango" supone un recorrido integral por la vida y la obra del genial compositor. Se puede visitar en el Museo MAR.
Con un despliegue que abarca varios formatos tecnológicos, la muestra “Astor Piazzolla. El revolucionario del tango” supone un recorrido integral por la vida y la obra del genial compositor. Inaugurada recientemente en el Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata (MAR), la propuesta se disfruta con la vista y con los oídos. Es que la música y la palabra del genial compositor conviven en simultáneo -y sin competir- junto a fotografías, partituras, álbumes de fotos a los que se llega por medio de tablets, proyecciones audiovisuales, una audioteca y gran cantidad de objetos personales.
Esa posibilidad de conocer sus pipas, sus camperas, sus camisas y hasta su máquina de afeitar, es decir su mundo íntimo, permiten que el espectador ingrese a su faceta más humana: la de un hombre que también se aferraba a los objetos y a su entorno para dar sentido al mundo privado.
Y lo sorprendente es que, tanto el curador Walter Santoro como la misma Fundación Piazzolla, decidieron incorporar en la muestra un aspecto desconocido para el gran público: su personalidad graciosa, su costado lúdico, su amor por la caza de tiburones, por caso. Una mandíbula del gran pez, disecada por las mismas manos que ejecutaban exquisitamente un bandoneón, también integran la muestra.
“Queríamos mostrar una faceta de Piazzolla que de pronto la gente no conocía, hay fotos de Astor disfrazado, usando máscaras”, aportó Gabriela Moccia, integrante de la Fundación Piazzolla, entidad corresponsable de la muestra junto al Ministerio de Gestión Cultural de la provincia de Buenos Aires.
La palabra del músico es parte central de la muestra. Su pensamiento, sus mandamientos musicales, su historia contada por él mismo enmarcan todo el recorrido. “Yo hice una revolución en el tango, rompí con los viejos moldes, por eso me atacaron y tuve que defenderme, pero lo que nadie me puede negar es mi origen tanguero. Tengo al tango marcado en el orillo”, puede leerse.
Asimismo, una línea de tiempo plasmada en una gigantografía constituyen el apartado más didáctico de la exhibición. Toda su vida y su obra segmentadas en ocho partes instruyen sobre los sucesos más trascendente de su vida y su correlación con la obra musical.
Cabe señalar que una muestra similar se lleva a cabo en el Centro Cultural Kirchner, en la ciudad de Buenos Aires, al tiempo que otras actividades comenzarán a realizarse en el país, motivados por los veinticinco años de la muerte del músico. “Sabíamos que el 2017 iba a ser un año emblemático, se vienen muchos homenajes, la Usina del Arte, por ejemplo, dio inicio a Agenda 25 años Piazzolla, por medio de la cual van a venir músicos del exterior a tocar Piazzolla”, agregó Moccia, entusiasmada. Y consideró que la muestra de Mar del Plata está “muy bien armada, es didáctica”.