Los fondos remanentes de las tarjetas de aproximación no serán devueltos a los usuarios. Aseguran que de no ser utilizados en el transcurso de un mes, irán a obras municipales. La oposición subraya que la plata es de la gente.
Lo que quede de saldo en las tarjetas de aproximación, una vez que venza el plazo de treinta días que está corriendo para que los usuarios lo gasten, y después de 18 meses más, irá a una cuenta municipal que el gobierno destinará al arreglo de calles.
Así lo puntualizó ayer el director de Transporte de la Municipalidad de General Pueyrredon, Claudio Cambareri en Radio Mitre Mar del Plata.
Al ser consultado sobre los reclamos de los que se han hecho eco especialmente concejales de la oposición, en el sentido de que se trata de dinero de los usuarios y no fondos públicos, el funcionario insistió en que durante este mes los poseedores de las tarjetas que serán reemplazadas definitivamente por la SUBE deben utilizarlas hasta lograr que no queden saldos desaprovechados.
Cambareri no dio precisiones sobre el marco legal que le puede posibilitar a la administración municipal hacerse de ese dinero, sin el consentimiento expreso de sus dueños, y la razón normativa por la cual deberá esperarse un año y medio para finalmente aplicar los recursos a la realización de obras.
“Es un despropósito”, dijo el concejal peronista Balut Tarifa Arenas al conocer la decisión del Ejecutivo.
“Lo que la gente destinó para el pasaje del colectivo le tiene que seguir sirviendo para lo mismo”, sostuvo.
“No importa ?dijo el edil opositor? cuánto quede en cada tarjeta, si 10 centavos, 100 pesos o más; debe existir algún mecanismo para que lo de esa tarjeta pase a la SUBE”.
El concejal peronista no dio por cierto que sea imposible tal transferencia, tal como parece argumentar el oficialismo. Se trata, explicó, de dos cuentas, una del Banco Provincia (en el caso de “aproximación”) y la otra del Banco Nación (SUBE): “con mi equipo de trabajo, que se basa en informes del Consejo de Planificación Técnica, hemos estimado que podría ser posible, día a día, transferir del Provincia al Nación lo utilizado en el sistema que se termina hacia la cuenta asociada a la SUBE”.
“Es un despropósito que el gobierno, sin consentimiento de la gente, eche mano a lo que se destinó para el pago de boleto de colectivo para otra finalidad. Sería una agresión más que se sumaría a la que los usuarios sufren cada día, al depender de un servicio de transporte colectivo de pasajeros que deja bastante que desear”, remarcó Arenas.
Cómo es posible, también se preguntó, que ahora no se pueda hacer el traslado, si antes pudo hacerse el canje de las tarjetas magnéticas a la de aproximación sin inconvenientes.
Asimismo, advirtió sobre las consecuencias negativas que implicaría dentro de un mes, según estima, el retiro súbito de las máquinas validadoras de las tarjetas de aproximación instaladas arriba de los colectivos. “Recién podría hacerse algo así ?señaló? si en todos los lugares donde hoy se cargan las tarjetas de aproximación, que ya no son suficientes, se pudiera cargar la SUBE”.
Finalmente, Balut Tarifa Arenas no descartó que su sector o algún otro grupo de usuarios concurra a la Justicia para hacer valer sus derechos frente al atropello contra ellos que supondría el desvío del dinero remanente con el cambio.