La Ciudad

Diana La Cazadora, desde hace más de un siglo en Mar del Plata

Se trata de una réplica de una obra de arte que se exhibe en el Louvre. Conforma desde hace más de 100 años el patrimonio escultórico marplatense. Recientemente restaurada, recobró su estado original.

por Costanza Addiechi

Desearía poder transmitirles la belleza de las formas que encuentro restaurando las obras que aquí presento y que enriquecen mi mirada día a día. Cada escultura contiene planos, detalles, diseños dignos de ser descubiertos y apreciados para poder valorar, aún más, el patrimonio que poseemos en las calles de esta ciudad.

Obras que narran la historia de Mar del Plata de principios del siglo pasado y que con cada publicación intentamos reconstruir.

Hoy les pido que me acompañen a Plaza Mitre donde, mirando hacia la calle Colón (entre Hipólito Irigoyen y Mitre), encontramos a “Diana la Cazadora”, una reproducción en hierro fundido de su original en mármol ubicado en el Museo del Louvre de París, Francia. Una escultura romana del siglo I- II d.C. que fuese obsequiada por el Papa Pablo IV a Enrique II de Francia a mediados del 1500.

Fue traída de París, desde la Fundidora de Arte de Val D’Osne, y llegó a esta ciudad para formar parte de la Explanada Sur diseñada por el reconocido paisajista Carlos Thays e inaugurada en 1909. Este paseo costero comenzaba en el Torreón y se extendió años más tarde hasta Playa Grande. Allí permaneció “Diana la Cazadora” hasta que fue retirada y colocada en su actual emplazamiento.

El emplazamiento original de Diana La Cazadora estuvo en la Explanada Sur, inaugurada en 1909. Foto: José Alberto Lago / Fotos de Familia de LA CAPITAL.

Historia

Diana representa en la mitología griega a la diosa Artemisa. Según el mito, un valiente cazador llamado Acteón tropezó con la diosa de la caza mientras se disponía a tomar un baño junto a sus ninfas en las aguas de un arroyo. Acteón se acercó a mirar intentando no ser visto pero fue sorprendido. Disgustada porque el intruso la había visto sin ropas, le arrojó agua a la cara y el cazador se transformó en ciervo, lo que provocó que sus propios perros lo devoraran. Así, Diana castigó a quien se había atrevido a provocar su enojo.

(*): Directora coordinadora de Restauración de Monumentos Históricos – Municipalidad de General Pueyrredon.

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