Policiales

Detienen a una mujer que tenía el teléfono de una jubilada asesinada

Tiene 24 años y fue imputada por el delito de encubrimiento del homicidio de Susana Yas (77), ocurrido en enero de este año en Chaco casi Libertad. Hasta ahora los investigadores no habían identificado a los sospechosos.

Una mujer de 24 años fue detenida luego de que la policía hallara en su poder el teléfono celular de una jubilada asesinada en enero de este año, crimen por el cual aún no hay sospechosos identificados.

La aprehendida quedó imputada por “encubrimiento agravado por el delito grave precedente” del homicidio de Susana Yas (77), ocurrido en su departamento de Chaco casi Libertad a principios de 2019. En ese marco, deberá declarar hoy ante el fiscal Fernando Castro.

Cuando Yaz fue asesinada en su hogar, los miembros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local descubrieron que los autores del crimen se habían robado una notebook y dos teléfonos celulares que había en ese lugar. Sin embargo, con el paso de los meses, la falta de pruebas hizo que el caso se volviera un verdadero enigma para el fiscal Fernando Castro y los propios uniformados.

Sin embargo, en los últimos días los mismos investigadores establecieron que uno de esos teléfonos celulares se activó y descubrieron que estaba en poder de una mujer domiciliada en Remedios de Escalada al 2400. En ese contexto, se ordenó detención y el secuestro del artefacto.

De todas formas, fuentes consultadas por LA CAPITAL señalaron que no existen certezas de que la acusada, alojada ahora en el Destacamento Femenino, haya participado en el crimen de Yaz.

El crimen

Susana Irene Yas fue asesinada a golpes y con un objeto filoso el 12 de enero cuando estaba dentro del edificio donde vivía con su marido, un hombre enfermo y con problemas para comprender la realidad.

Según la reconstrucción del caso, alguien la atacó en el ascensor, de madrugada, y luego la ocultó en un pequeño cuarto de la planta baja.

Los peritos calcularon que todo ocurrió entre las 0 y las 4 dentro del edificio de Chaco al 1000. Al no existir cámaras de seguridad ni testigos directos no se determinó con precisión el horario.

La mujer vivía hacía poco más de un año en ese edificio, y fue sorprendida por una persona en el ascensor o en el mismo departamento. Lo cierto es que quien la asesinó actuó en el elevador, donde pudieron verse salpicaduras de sangre.

La mujer fue arrastrada desde allí hasta un pequeño cuarto de la planta baja, ubicado junto a una escalera, que sirve como pequeño depósito. Un vecino al ver un leve charco de sangre debajo de la puerta descubrió el cadáver y lo comunicó a la policía en horas de la tarde de esa misma jornada.

Yas tenía una severa lesión en el rostro, con fractura de huesos faciales y una herida circular.

La lógica investigativa, junto al aporte pericial, descartó que el ataque se produjera en el departamento, porque eso hubiera dejado rastros y además hubiera provocado alguna reacción del hombre, más allá de su incapacidad para comprender la realidad por razones seniles.

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