Fue durante una serie de allanamientos en el barrio Aeroparque. Son parientes del célebre testigo del femicidio de Alicia Muñiz a manos del boxeador Carlos Monzón. Uno de los aprehendidos, Carlos Gabriel Báez, había asesinado a su padre en 2006, quien a su vez había estado condenado por un crimen.
Dos nietos de Rafael “El Cartonero” Báez, aquel mediático testigo del femicidio de Alicia Muñiz a manos del boxeador Carlos Monzón, fueron detenidos tras una serie de allanamientos en el barrio Aeroparque por haber amenazado a vecinos de la zona.
El pasado 26 de abril a la noche, personal de la comisaría séptima fue hasta una casa del barrio Aeroparque por un conflicto entre varias personas. Allí, tres residentes explicaron que “los hermanos Báez”, que tienen un taller mecánico en la zona, se habían presentado con una mujer, los habían amenazado con un arma de fuego y golpeado con un hierro.
La fiscalía de Composición Temprana de Conflictos Penales (CTCP) inició una causa por “amenazas agravadas, violación de domicilio, daño y lesiones leves” e instruyó a la policía para que recolectara pruebas del caso.
Personal de la comisaría séptima identificó a los “hermanos Báez” como Nazareno (30), con procesos penales por abuso de arma y lesiones y Carlos Gabriel (33), con antecedentes por encubrimiento, tenencia de estupefacientes y el homicidio calificado de su propio padre, Carlos Ricardo Báez.
Con las pruebas reunidas, la Justicia de Garantías ordenó los allanamientos de las casas de los acusados y su taller mecánico, todos en el barrio Aeroparque.
En el operativo, realizado por personal de la comisaría séptima y agentes de otras jurisdicciones, detuvieron a los dos hermanos Báez, quienes quedaron imputados por “violación de domicilio, daño, amenazas agravadas y lesiones leves“.
Además, en el taller la policía secuestró plantas de marihuana que pesaban cerca de un kilo y notificaron por tenencia de estupefacientes a una mujer de 25 de años, sin que se tomaran medidas contra su libertad.
El “cartonero” Báez y Carlos Monzón
Rafael Crisanto “El Cartonero” Báez.
Rafael Crisanto “El cartonero” Báez se hizo célebre durante el juicio contra el campeón mundial de box Carlos Monzón, al declarar como testigo en el crimen de la expareja del boxeador, Alicia Muñiz, ocurrido en febrero de 1988.
Báez se adjudicó haber sido el único testigo que presenció el asesinato de Muñiz y a partir de allí fue tapa de diarios y revistas, pero la Justicia terminó procesándolo por falso testimonio.
Durante el juicio oral y público contra Monzón, Báez expuso, paso a paso, supuestos detalles de cómo el campeón mundial de boxeo había estrangulado a Muñiz y la había arrojado desde un balcón de la casa que alquilaba la pareja en el barrio La Florida.
Durante el proceso, que terminó con la condena de Monzón a once años de prisión por homicidio simple, Báez declaró: “Yo vi cuando la agarró y se la puso al hombro como una bolsa de papas y la tiró por el balcón“.
“Yo derroté a Monzón”, el libro del “cartonero” Báez.
Báez también declararía que la discusión de la pareja inició en una de las habitaciones de la vivienda y, como resultado de la disputa, “el campeón le pegó una cachetada y luego la agarró del cogote mientras ella pataleaba como una gata”.
Su testimonio fue considerado de manera parcial por los jueces y hasta estuvo procesado durante seis años por el delito de falso testimonio. Esto fue debido a sus exageraciones en el relato.
Báez volcó todas sus vivencias en el libro “Yo derroté a Monzón“, publicado en 1994. Murió el 17 de octubre de 2003, a los 72 años, víctima de una larga enfermedad.
Un nieto parricida
Frente de la casa del barrio Aeroparque donde ocurrió el parricidio.
El nieto del “cartonero”, el recientemente detenido Carlos Gabriel Báez, mató a su padre, Carlos Ricardo, el 8 de abril de 2006 en la casa que la familia tenía en el barrio Aeroparque.
En ese entonces tenía tan solo 15 años cuando enfrentó a su padre Ricardo Carlos Báez (43) y le descargó todos los proyectiles de una pistola 9 milímetros en el cuerpo, para luego darse a la fuga. Sin embargo, poco después su madre lo trasladó personalmente hasta la comisaría séptima, donde quedó detenido.
El homicidio se produjo en la puerta de la casa de la víctima, ubicada en la calle Lorenzini al 1500, el 8 de abril de 2006 cerca de las 7,45, cuando Báez salía de la casa y fue interceptado por su hijo, quien lo esperaba apoyado en su bicicleta.
En el momento en que Báez cruzó la reja para ir a realizar sus actividades, su hijo comenzó a increparlo y a
cuestionarle varios problemas familiares. En medio de la discusión, el menor extrajo de entre sus prendas una pistola calibre 9 milímetros y en menos de tres segundos vació todo el cargador. La autopsia reveló que Báez había recibido 12 impactos de bala, la mayoría en la región torácica. Uno solo, en tanto, se incrustó en el cráneo de la víctima.
Ricardo Báez había alcanzado una década atrás triste trascendencia, al ser condenado a 15 años de prisión por el
brutal asesinato de un joven de 22 años al que previamente había golpeado con cadenas.
Ese proceso judicial obtuvo una amplia cobertura en los medios de difusión debido a que estaba aún latente el caso Monzón, en el que el padre del imputado, Rafael Crisanto Báez, había sido testigo clave.
Tras conocerse la condena, el “Cartonero” Báez aseguró que no había habido justicia por parte del tribunal que, paradójicamente, fue el mismo que condenó a 11 años de prisión a Carlos Monzón por el crimen de Alicia Muñiz. Incluso Báez dijo que su hijo estaba pagando las declaraciones que él como testigo había formulado para complicar a un ídolo nacional como Monzón.
Lo cierto es que Carlos Ricardo Báez, junto a dos hermanos, fue encontrado culpable del asesinato de Fabián Echegaray (22), en un hecho ocurrido en la casa de la víctima el 14 de enero de 1995. Echegaray murió de un disparo en la cabeza y el arma fue encontrada en el pozo ciego de la casa de Báez, donde años más tarde fallecería “El cartonero” y asesinarían a su propio hijo.