Los síntomas "más contundentes" para tener en cuenta son "el dolor de pecho, incluso hasta una semana previa al evento, la falta de aire y los mareos intensos". La muerte súbita causa más 40 mil muertes al año en la Argentina.
Cardiólogos destacaron la importancia del aprendizaje de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) junto con el uso de desfibriladores para prevenir la muerte súbita, que en el 80% de los casos se manifiesta en personas que desatendieron las señales previas o tenían enfermedades cardíacas y no lo sabían.
En el marco de la Semana de Lucha contra la Muerte Súbita, que comienza este sábado, especialistas advirtieron sobre la importancia de la prevención para saber qué hacer ante un síntoma de muerte súbita, que se produce por paro cardíaco o inestabilidad eléctrica del corazón en una persona sin antecedentes clínicos de enfermedad conocida.
La muerte súbita causa más 40 mil muertes al año en la Argentina, lo que equivale a 100 casos diarios, según datos oficiales del Ministerio de Salud.
Los síntomas “más contundentes” para tener en cuenta son “el dolor de pecho, incluso hasta una semana previa al evento, la falta de aire y los mareos intensos“, explicó a Télam Fernando Scazzuso, jefe de Electrofisiología y Arritmias del Instituto Cardiológico de Buenos Aires (ICBA).
En tanto, las autopsias de las personas con muerte súbita “demuestran la presencia de enfermedad cardíaca entre el 80% y 90% de los casos. Esto muestra que la muerte súbita no se da en personas sanas, sino en personas con enfermedad cardíaca no conocida antes de que ocurra el evento”, explicó el especialista.
A su vez, en más del 80% de los casos, hubo señales previas que no fueron atendidas o factores de riesgo que no fueron detectados a tiempo por falta de controles, señaló el ICBA a través de un comunicado.
“Una persona que se siente bien y no tiene síntomas se considera sana, lo cual no es estrictamente cierto”, señaló Scazzuso, y resaltó que la presencia o ausencia de síntomas “no define ausencia o presencia de una enfermedad”.
En tanto, al recabar información sobre las personas que fueron reanimadas, “se encuentra que han tenido síntomas previos que desestimaron”, dijo Daniel Corsiglia, cardiólogo miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
Por este motivo, el médico indicó la consulta rápida hospitalaria en caso de “un dolor que se presenta desde la comisura labial a la cintura y la persona desconoce el origen. Además es un dolor distinto, opresivo, gravativo -como una presión- que aparece en relación con el ejercicio o en el reposo sin razón que lo justifique”.
Ante la presencia de un dolor con estas características, con una intensidad que resulta preocupante para la persona, “no hay que minimizar los síntomas y se debe asistir a un centro hospitalario, ya que si el dolor es de origen coronario, las arritmias graves ocurren en las primeras dos a cuatro horas del comienzo del dolor”, precisó Corsiglia.
Debido a que el 70% de este tipo de muertes se producen fuera del ámbito hospitalario, destacó que “las estrategias para aprender RCP y uso de desfibriladores son fundamentales y habría que incorporarlas como un programa de Estado, ya sea a nivel municipal, regional y nacional”.
De este modo, los cuadros agudos que preceden a la muerte súbita en muchos casos pueden ser revertidos si se cuenta con los recursos necesarios y quienes rodean al paciente saben cómo actuar y lo hacen a tiempo.
Además de iniciar la resucitación, se debe llamar al 107 para solicitar asistencia médica urgente, destacan desde el ICBA.
En relación a la muerte súbita durante el entrenamiento deportivo, “hay una parte donde el deporte protege al corazón y una parte donde lo lastima, por eso se dice que tiene un comportamiento bimodal”.
“Depende de qué deporte o cómo lo hagamos, nos estaremos protegiendo o nos estaremos lastimando”, explicó Scazzuso.
Entre los ejercicios protectores del músculo cardíaco, se encuentran aquellos que no demanden una frecuencia cardíaca de más de 140 o 150 latidos por minuto -en los adultos- y pueden realizarse “cuatro o cinco veces por semana, alrededor de media hora, actividades como caminar, trotar, andar en bicicleta o hacer natación”.
La muerte súbita, que tiene alta incidencia entre el nacimiento y los seis meses de vida por el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), desciende abruptamente en la niñez y a partir de los 30 años la incidencia comienza a aumentar nuevamente, para alcanzar un nuevo pico entre los 45 y 75 años, con 1 caso por cada 500 a 1.000 personas al año, indicó el ICBA,
Los especialistas coincidieron en que, además de realizar chequeos médicos una vez al año, la prevención de las cardiopatías comienza “controlando los factores de riesgo modificables” como la hipertensión arterial y la diabetes, además de combatir el sedentarismo, el hábito tabáquico, el colesterol alto y la obesidad, precisó la cardióloga Ana Salvati, quien preside la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
También requiere la detección precoz de “las enfermedades cardiovasculares, especialmente la enfermedad coronaria y las miocardiopatías, y su tratamiento con terapias”, agregó.
La cardióloga destacó que “siempre se debe tratar de asistir a la víctima”, y recordó que se pierde “un 10% de posibilidades de salvar a la víctima por cada minuto que pasa sin asistencia”.
“Solo con grandes grupos poblacionales capacitados en RCP podremos darle una oportunidad de sobrevida a una posible víctima de muerte súbita”, concluyó Salvati.