Nora Vega recreó parte de su inolvidable recorrido con la antorcha panamericana.
Al caer la tarde de este domingo, en la Playa Deportiva del Emder, en Varese, se desarrolló una ceremonia muy especial. A través de Deporte Federado, destacados deportistas formaron parte de la celebración por los 150 años de la fundación de Mar del Plata. La ciudad cuna de grandes atletas y sede de innumerables eventos nacionales e internacionales de verdadera trascendencia, encontró una manera de incluirlos e involucrarlos en este momento histórico.
Acompañaron el acto el presidente del Emder, Sebastián D’Andrea, la directora de Política Deportiva del ente, Alejandra Urquía, y otros funcionarios del área, como Daniel Díaz e invitados especiales, como Pablo Arauz Peralta Ramos, tataranieto del fundador de Mar del Plata.
Luego de las palabras protocolares, se invitó a subir al escenario a los deportistas que asistieron a la convocatoria y compartieron este momento tan especial: Christian Ledesma (automovilismo), Rodrigo Villamarín y David Coronel (parapowerlifting), Betiana Basualdo (natación adaptada), Gabriel Chaillou (natación), José Luis Burla (levantamiento de pesas), Micaela Levaggi (atletismo), Francisco Nievas (karate), Evelyn Enriquez (skate), Bárbara Buenahora (triatlón), Pablo Del Coto y Martín Conde (beach volley), Carolina Pérez (mountain bike), Mariano Páez (boxeo) y el entrenador Leonardo Malgor.
Deportistas, funcionarios e invitados sobre el escenario y el público en la foto de cierre del acto.
En último término, y no por ello menos importante, se presentó a la multicampeona mundial de patín carrera, Nora Vega, quien recreó parte de su inolvidable recorrido para encender el pebetero panamericano en los Juegos de 1995 realizados en esta ciudad. Una de las deportistas más importantes de la historia de Mar del Plata recorrió algunos metros con la antorcha, trepó unos pocos peldaños y luego encendió las velas de la torta alusiva a los 150 años ante el cerrado aplauso de la gente que se acercó a brindar su cariño a los deportistas y también a tomarse cientos de fotografías. A más de uno de los presentes les costó contener la emoción. Es que aquellos Juegos quedaron marcados a fuego en la memoria de más de una generación de marplatenses. Nada mejor que una de las caras más representativas de aquella gesta, en la playa y a escasos metros del mar. Casi una verdadera postal.