Ambos se hacían pasar por policías y exigían dinero para no "armar" una causa contra un vecino de Balcarce. Habían preparado toda una historia por redes sociales para incriminar al hombre de abuso sexual.
Dos internos, padre e hijo, de la cárcel de Batán intentaron extorsionar a un vecino de la localidad de Balcarce tras hacerse pasar por un comisario que le iba a hacer el “favor” de no armarle una causa por abuso sexual.
En la tarde de este martes el fiscal Rodolfo Moure, junto con personal de la subddi Balcarce, allanó una celda de la Unidad Penal N°44 de Batán, donde además de identificar a los dos autores de la maniobra se logró el secuestro de los teléfonos celulares involucrados.
Vale recordar que por la situación pandémica del covid19, los internos de las cárceles bonaerense fueron autorizados a utilizar telefonía móvil, con el objeto de compensar el contacto social perdido por la suspensión de las visitas.
Según trascendió, los dos imputados crearon cuentas de Facebook, con fotografías de mujeres, y desde estas contactaban a las víctimas con las que entablaban una conversación. Una vez generada la charla, espontáneamente los delincuentes enviaban fotografías de mujeres desnudas y videos, y luego de esto, ante la sorpresa de la víctima bloqueaban el perfil, impidiendo el acceso a la conversación y comenzando allí las amenazas.
La denuncia realizada en la DDI Balcarce derivó al fiscal Moure, que obtuvo autorización para grabar las llamadas telefónicas y así pudo establecerse el modus operandi de los presos extorsionadores.
“Soy el comisario Ferreyra de la DDI Mar del Plata y usted diga que esa plata la paga para comprar una moto 110 que tiene que arreglarla”, dice, entre otras palabras al exigir el pago de 20.000 pesos para hacer desaparecer las pruebas. Para dar fuerza a su “engaño”, los policías simulados, reproducían con un segundo celular una grabación de los sonidos que producen los equipos de comunicación policial, para de esta manera convencer a la víctima que efectivamente estaba interactuando con verdaderos funcionarios.
El fiscal Moure, al avanzar la investigación, solicitó allanar las celdas de la Unidad N°44 de la que se tenía certeza que se hacían las llamadas por el registro de números telefónicos ingresados al penal. El juez Saúl Errandonea lo autorizó, y en las últimas horas se hizo la requisa, con resultado positivo.
Padre e hijo presentan antecedentes previos por los delitos de Robo Agravado y Encubrimiento en el 2017, Lesiones Graves, Robo y Robo Agravado en Poblado y Banda en 2019 y Hurto Privación Ilegal de la Libertad y Lesiones Graves en el año 2020.