Desde 2018 se han llevado a cabo varios descubrimientos arqueológicos importantes, algunos de ellos por la misma misión egipcio responsable del hallazgo.
EL CAIRO, (EFE) – Una misión arqueológica egipcia ha descubierto cinco tumbas decoradas con pinturas murales pertenecientes a altos funcionarios y sacerdotes del Imperio Antiguo faraónico (3100-2125 a.c.) en la necrópolis de Sakkara, unos kilómetros al sur de El Cairo, anunció el Ministerio de Turismo y Antiguedades de Egipto.
En las tumbas, además de algunas coloridas pinturas en bastante buen estado de conservación, se hallaron además un sarcófago y otras piezas arqueológicas, detalló el Ministerio en un comunicado.
Una de ellas, perteneciente a un importante funcionario llamado “Eni”, consiste en un pozo que comunica con una cámara funeraria decorada con escenas funerarias, como mesas de ofrendas, la fachada de un palacio y vasos de aceite, y todavía conserva un enorme sarcófago de piedra caliza, detalló la nota.
Otra se cree que corresponde a la esposa de un alto funcionario y una tercera a una sacerdotisa que ocupaba varios cargos en la corte, como el de supervisora y purificadora.
Otra de las sepulturas pertenecía a una mujer que ostentaba títulos como el de adoradora única del faraón y el de sacerdotisa de la diosa Hathor.
La última tumba se encuentra en un pozo rectangular de unos siete metros de profundidad y corresponde a un funcionario de alto rango encargado de a supervisión del palacio real y de portar los sellos del Bajo Egipto.
Sakkara, situada unos 30 kilómetros al sur de El Cairo, era una de las necrópolis de la ciudad de Menfis, la primera capital del Antiguo Egipto, y contiene 13 pirámides, la más importante la escalonada de Zoser, la primera de piedra, construida alrededor del año 2650 a. C., unas ocho décadas antes que las de Guiza.
Desde 2018 se han llevado a cabo varios descubrimientos arqueológicos importantes, algunos de ellos por la misma misión egipcio responsable del hallazgo de las cinco tumbas, como el de cientos de sarcófagos decorados con sus respectivas momias en un buen estado de conservación llevado a cabo en 2020.
Estos ataúdes pertenecientes a altos funcionarios y sacerdotes de la dinastía XXVI (664-525 a.C) fue considerado uno de los 10 hallazgos arqueológicos más importantes de ese año en el mundo.