La banda cayó tras seis allanamientos realizados este jueves a la mañana. Uno de ellos fue en la cárcel de Batán, donde encontraron a uno de sus miembros y le secuestraron un teléfono celular y la ropa con la que cometía los asaltos. Los otros tres integrantes cayeron en distintos procedimientos. Secuestraron un arsenal, dinero en efectivo y pertenencias de las víctimas.
Una banda que se dedicaba a robar comercios en Mar del Plata fue desbaratada este jueves a la mañana durante una serie de allanamientos donde detuvieron a sus cuatro miembros y se secuestró una gran cantidad de dinero en efectivo, armas y detalles de la logística con la que el grupo delictivo preparaba sus golpes.
Un hallazgo sorprendió a los investigadores: uno de los procedimientos fue realizado en la cárcel de Batán, donde encontraron a uno de los integrantes de la banda y en su celda le secuestraron un teléfono celular con el que coordinaba cómo iban a producirse los asaltos y la ropa que utilizaba.
El acusado fue identificado como Miguel Angel Cajal y, según se pudo determinar, gozaba del beneficio de salidas transitorias de la Unidad Penal 15. “Salía de la prisión vestido de la misma manera con la que después cometía los hechos, y luego volvía a Batán. Tenía permiso para ir a trabajar”, reveló un investigador.
El resto de los miembros apresados y acusados por los investigadores son Jorge Luis Borges, Pablo Antonio Raguzza y Javier Ledesma.
El caso comenzó a ser investigado hace cuatro meses por el fiscal Fernando Castro en conjunto con efectivos de la División Departamental de Investigaciones (DDI). En base a escuchas teléfonicas, seguimientos y videos, lograron determinar que la banda estaba compuesta por cuatro miembros que en los últimos tiempos asaltaron distintos comercios, entre ellos se cree que robaron en un local de Ripsa, una sucursal del Correo Argentino y la librería Educando. También la banda realizó golpes en localidades de la zona.
Con toda la información recolectada, la jueza de Garantías Lucrecia Bustos concedió las órdenes de allanamientos para las viviendas de los cuatro integrantes de la banda, dos galpones y la cárcel de Batán, donde estaba detenido uno de los integrantes.
Este jueves a la mañana, la Policía realizó los procedimientos. En la unidad 15 del penal de Batán se secuestró el teléfono celular de Cajal y la ropa con la que cometía los asaltos.
En los restantes allanamientos, la Policía incautó escopetas, armas nueve milímetros, revólveres pertenencias de las víctimas y datos de posibles futuros golpes. “Todavía se siguen encontrando cosas. Era una banda muy bien organizada. Incluso hallamos anotaciones de los recorridos y horarios de camiones de caudales”, confió una fuente a LA CAPITAL.
Los cuatros detenidos quedaron imputados de “asociación ilícita y robos calificados agravados por el uso arma reiterado”.