Fue durante un operativo en el barrio Alfar. El principal acusado tiene 56 años. Sus huellas dactilares habían sido encontradas en un auto robado.
Un operativo policial realizado este miércoles en un taller precario ubicado en el barrio Alfar permitió desbaratar un desarmadero ilegal, en donde fueron detenidos cinco hombres.
El procedimiento, a cargo de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local y bajo la instrucción de la fiscal Lorena Hirigoyen, se realizó en un inmueble ubicado en Pacheco de Melo al 4100. Además, otras cuatro personas fueron aprehendidas y se secuestraron armas de fuego y patentes.
El caso se originó el 13 de noviembre cuando un hombre de 37 años denunció el robo de su automóvil marca Volkswagen Golf, que posteriormente fue hallado abandonado el 2 de diciembre en Hernandarias al 4500. Peritajes en el vehículo identificaron huellas dactilares de Alejandro Marcelo Intorre (56), por lo que se libró una orden de detención.
Durante el allanamiento, los efectivos de la DDI dieron con el galpón que funcionaba como taller ilegal donde se desarmaban vehículos y motocicletas robadas. Entre los elementos se incautaron de varias motocicletas con numeración adulterada, una escopeta sin registro visible, herramientas específicas para desguace, y múltiples chapas patentes pertenecientes a diferentes rodados.
Al momento de la irrupción policial, de la que participó también personal de la Secretaría de Seguridad del municipio, Intorre y otros cuatro hombres de 26, 39, 45 y 50 años estaban desarmando motocicletas y un automóvil Chevrolet Corsa. Tras ser reducidos, quedaron aprehendidos y fueron trasladados a la Unidad Penal Nº 44 de Batán.
El lugar funcionaba como un punto clandestino de desguace, donde se acumulaban partes de vehículos, armas de fuego, herramientas y hasta insignias de la Policía Bonaerense. La investigación continúa para determinar la procedencia de las piezas y establecer posibles vínculos con otros hechos delictivos.
La fiscalía a cargo busca avanzar en la imputación por los delitos de hurto agravado, encubrimiento agravado y tenencia ilegal de armas, entre otros cargos. Este caso pone nuevamente en evidencia la existencia de redes de comercialización de autopartes robadas en la región.