Un control de tránsito terminó en un hallazgo sorprendente : un serpentario ilegal con más de 20 especies de todo el mundo, muchas de ellas venenosas, sumado a tarántulas y otros insectos.
Un mega criadero ilegal oculto en una vivienda del barrio de Villa Urquiza de la ciudad de Buenos Aires, con valores millonarios en el mercado negro, fue desbaratado luego de una investigación que comenzó con un hecho fortuito, según informó la Policía Federal Argentina.
Detectives del departamento Delitos Ambientales de esa fuerza rescataron miles de serpientes venenosas y constrictoras, tarántulas, escorpiones y otros insectos exóticos, que eran producto del tráfico ilegal internacional, y se logró establecer que el valor en el mercado negro de todos estos ejemplares ascendería a unos 81.300 dólares.
La investigación comenzó el miércoles pasado, cuando en el marco de un control de tránsito en la localidad de Ciudad Evita, en la provincia de Buenos Aires, se demoró a un hombre de 40 años que poseía ocultas entre sus pertenencias dos culebras vivas y otras doce muertas, presuntamente destinadas para alimento de las primeras.
El hombre fue detenido e imputado en la causa por infracción a la ley de Protección de Fauna Silvestre y la ley de Maltrato Animal, con intervención del Juzgado Federal 3 de la localidad de Morón, a cargo de Alicia Vence, aunque fue liberado horas más tarde, y se dispuso que sea indagado en los próximos días.
Los investigadores pudieron determinar que el hombre tenía en su vivienda recintos acondicionados para la cría de una gran variedad de serpientes y se pudo identificar reptiles como iguanas, lagartos azules provenientes de Centroamérica, varanos de África, serpientes pitón y boa arcoiris, ambas constrictoras y serpientes venenosas como culebras y yarará, escorpiones, alacranes y tarántulas venenosas de la región del Sur, Centro y Sur del Norte de América.
En la finca también existía un criadero de cientos de roedores hacinados en envases plásticos dispuestos desde el piso hasta el techo de la vivienda, destinados a ser alimento de las serpientes.
Además, se incautó una cantidad incalculable de insectos exóticos de considerable tamaño, como cucarachas y gusanos originarios de distintas partes del mundo, también criados en cajas y otros recipientes dispuestos para tales fines, los que se comercializaban y utilizaban como alimento de las otras especies ya nombradas.
En los registros de los domicilios se lograron secuestrar documentación que daba cuenta de la existencia de un criadero ilegal destinado al tráfico internacional de animales y se incautaron armas largas y municiones.
El juzgado interventor dispuso el traslado de todos estos animales rescatados al Serpentario Educativo de la localidad de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, para poder establecer su estado de salud, rehabilitación y futura reinserción a sus hábitats naturales, así como la evaluación de la posible repatriación a países de donde son originarios.