Policiales

Denunció por Instagram a un empleado que le robó $250.000

El hombre se había presentado como "Facundo el uruguayo", pero resultó ser jujeño y con múltiples denuncia por estafas en todo el país. Desde hacía semanas trabajaba para un local de venta de comida de la calle Olavarría y el lunes desapareció con el dinero que era para pagar los sueldos de cinco trabajadores.

El dueño de un local de comidas de la calla Olavarría denunció por Instagram que un empleado, al que había contratado porque era “extranjero varado en la ciudad” por el aislamiento decretado por la pandemia, robó el lunes 250.000 pesos que tenía en el comercio para pagar los sueldos de abril.

El hecho se registró en el local Almacén de Milanesas, ubicado en Olavarría al 2500, que a pesar del aislamiento pudo seguir en actividad en la modalidad de delivery y cuanta con cinco trabajadores. Si bien la denuncia la presentó oficialmente en la comisaría novena y estaría caratulada como “hurto”, en la fiscalía de turno, a cargo esta semana por el fiscal Leandro Arévalo, aún no ha ingresado.

Ante la desesperación y dar con el hombre que le robó el dinero para pagar los sueldos del mes de abril, la víctima se volcó a las redes sociales y desde el Instagram de su negocio -almacendemilanesasmdq- realizó una denuncia pública y visibilizó su caso.

Según relató el dueño del comercio, Jerónimo Burgos, a LA CAPITAL, hace casi un mes un joven apareció en la puerta de su local y se presentó como Facundo “El uruguayo”, un mochilero que recorría Latinoamérica, pero que por el aislamiento había quedado “varado” en Mar del Plata y se había quedado sin dinero. Ante esta situación, el joven les había pedido comida y se había quedado charlando.

La situación se repitió en los próximos días. Facundo llegaba y le contaba a Jerónimo, y al resto de los empleados de Almacén de Milanesas, de sus viajes por el continente y compartía anécdotas. Además, para poder pagar por su comida, “El uruguayo” le solicitó trabajo, por lo que el dueño del local lo contrató para que realizara algunas tareas de mantenimiento y fuera ayudante en el comercio.

Al principio fueron tareas menores, como pintar una reja y realizar algo de mantenimiento. Pero rápidamente Facundo comenzó a hacer jornadas completas y a ganar confianza. “A las dos semanas me dijo que le habían robado todo lo que tenía en el hotel, pero resultó ser mentira. Yo me solidaricé y le compré ropa, zapatillas y me pidió si se podía quedar a dormir arriba en el local, que hay una piecita. Así que le conseguí un colchón y unas frazadas y estuvo durmiendo acá 5 días hasta el lunes, que se cobraban los sueldos y me robó todo”, explicó Burgos.

El robo se concretó el pasado lunes. Burgos había ido temprano al local de Olavarría al 2500 y tenía el dinero para pagar los sueldos de abril. En el lugar el único empleado era “El uruguayo”, ya que había dormido allí la noche anterior. Cerca de las 8.30, un proveedor llegó y Burgos le pagó la mercadería y se quedó charlando. Al regresar al local Facundo ya no estaba, tampoco estaban los 250.000 pesos para el pago de sueldo de los cinco empleados. “Fue un descuido de 20 minutos, entre que le pagué al proveedor y llegó el encargado. Ahí desapareció“, contó.

“Yo tengo dos locales, uno lo tuve que cerrar temporalmente y para no bajar ningún puesto de laburo vinimos todos a este local. Juntar cinco sueldos es muy difícil y este tipo se llevó todo”, lamentó el comerciante.

“Al final todo lo que me dijo era mentira. Empecé a averiguar y no era uruguayo, sino de Jujuy. Presentó un apellido y tenía otro. En el hotel en el que había dormido sí dio su nombre verdadero”, explicó la víctima del robo y agregó: “Una abogada lo rastreó y pudimos ver que tiene estafas hechas en todo el país, desde Puerto Madryn a Santa Fe”.

Jerónimo Burgos se mantiene sorprendido de cómo alguien en quien había confiado fue capaz de robarle. “La habilidad de este tipo para hacerse querer, un don natural, carisma. Venía bien predispuesto, hablaba, ayudaba, se mostró recontra agradecido. Le di casa, trabajo, ropa y pasa esto”, lamentó.

“No quiero que se vaya de Mar del Plata, que pague lo que hizo”, concluyó la víctima.

 

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