La Ciudad

Denuncian “abandono” y aumento de vandalismo en el cementerio de La Loma

Señalan que en el predio municipal se registran robos y destrozos. Especialistas destacan el valor patrimonial del lugar y llaman a revertir esta situación de deterioro.

Vecinos y especialistas denuncian “abandono” y un notable aumento de situaciones de vandalismo en el cementerio municipal de La Loma, por lo que llaman a revertir una situación de deterioro que viene “desde hace décadas”.

El predio se encuentra delimitado por las calles Almafuerte, Alem, Urquiza y la avenida Juan José Paso, abarcando seis manzanas. En el lugar se encuentran bóvedas de varias familias tradicionales y obras de importantes arquitectos y constructores. Aprovechando la seguridad deficiente del lugar, delincuentes ingresan y roban distintos tipos de objetos.

“Los cementerios suelen albergar monumentos con valor, placas, vitrales y en general sufren vandalismo, pasa en el Cementerio Parque también, pero el tema es que en el último tiempo muchas familias han visto un gran incremento de vandalismo en diferentes sectores de La Loma”, le indicó a LA CAPITAL la antropóloga, y especialista en el patrimonio cultural del cementerio, Magalí Golfieri.

“Hay varias denuncias de familias en internet”, agregó Golfieri y remarcó que ante estas situaciones de robos y destrozos de las bóvedas y nichos “sufre la familia y el patrimonio histórico de la ciudad”.

En la misma línea se pronunció el director ceremonial de la cochería Casa Sampietro, Diego Carosone, quien señaló que “el tema del vandalismo viene hace muchos años”, pero consideró que durante la pandemia esto se “asentó”.

“A nosotros nos afecta nuestro trabajo porque siempre la gente nos expresa su malestar por el deterioro del cementerio”, dijo Carosone y sostuvo que “el cementerio de La Loma viene con muy bajo o nulo mantenimiento desde hace varias décadas”.

Por su parte, Golfieri destacó también que “si vas al cementerio hoy, ves que la mayoría de las bóvedas tienen algo destruido, siempre algún aspecto está roto o abandonado”.

En este sentido, consideró que a los delincuentes “les interesa el lugar por una cuestión económica”, porque han robado placas de bronce, algunas de ellas muy antiguas y consideradas “obras de arte, e incluso han arrancado los nombres de las familias que figuran arriba de las bóvedas, pero lamentó que “otras veces es vandalismo por vandalismo”.

“Hemos encontrado pintadas con aerosol o gente que rompe ventanas o fuerza las puertas solamente por hacerlo”, lamentó.

Frente a este panorama, Carosone manifestó que “es muy triste si vos tenés a tus padres o abuelos en una bóveda llegar y encontrarte con eso”. “La verdad que es una situación muy desagradable”, enfatizó.

A su vez, la antropóloga, que previo a la pandemia solía hacer visitas guiadas al cementerio con alumnos de escuelas, explicó que “de la parte pública, los jardines y la limpieza se encarga el cementerio, pero lo que es la restauración de las bóvedas se encargan las familias”.

“El cementerio es el que tiene que informar que está deteriorada la propiedad, es una propiedad privada dentro de un espacio público, como pasa en una ciudad”, graficó y contó que “lo que sucede es que cuando hay vandalismo no todas las familias restauran las bóvedas”. “Pasa por una cuestión económica y muchas veces también dicen ‘¿Para qué voy a arreglarlo si lo van a volver a romper?’”, manifestó.

Inseguridad

En este marco, el director ceremonial de Sampietro comentó que en el cementerio La Loma “hay dos o tres bóvedas que han puesto rejas en las puertas y ventanas”. “Es una locura, es insólito tener que enrejar una bóveda dentro de un cementerio”, agregó.

Asimismo, señaló que en el cementerio la inseguridad no solo pasa por los robos y el vandalismo, sino también en la deficiencias de la infraestructura. “El pórtico de entrada al cementerio, el que está por Almafuerte, tiene una figura arriba de un escultor italiano que es hermosa. Lo único que hicieron por esa figura, hace diez años o más, es ponerle un andamio abajo y esperar que se caiga”, remarcó.

“Me impresiona”, afirmó y sostuvo que “sería una pena si eso se cae algún día, aparte del peligro que puede generar si se cae”. “Sería una pérdida patrimonial irrecuperable”, aseguró.

Incluso, según le indicaron a este medio, hay gente que teme ir al cementerio por la inseguridad que se registra en el lugar.

Por ello, Carosone recordó que “hace años” vienen pidiendo la instalación de cámaras de seguridad en los dos cementerios municipales. “La Loma tiene varias hectáreas y algo se te puede escapar, pero poniendo cámaras en lugares específicos una sola persona podría controlar más”, consideró.

Golfieri también opinó que “por supuesto que este lugar tiene que tener más seguridad” y sostuvo que el municipio “tendría que hacer un relevamiento, no solo del estado de conservación, sino también del aspecto patrimonial” del cementerio.

Haciendo foco en su importancia para la historia de la ciudad, la especialista comentó que el primer entierro en ese predio se hizo en 1885 y posteriormente el sitio se convirtió en el primer cementerio público de la ciudad.

“Las tierras fueron donadas por Patricio Peralta Ramos y el nombre La Loma es el resultado de como se lo llamaba popularmente”, añadió.

Por ello, Golfieri concluyó haciendo un llamado a la comunidad para “preocuparse y ocuparse” del estado del cementerio y que de esta forma dejen de sufrir “las familias y el patrimonio histórico marplatense”.

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