Un libro reúne experiencias de historiadores de distintos países. "La pandemia favoreció que las tecnologías de la información y de la comunicación llegaran para quedarse, pero, por el otro, aplicando recetas sanitarias medievales" analizaron.
Por Gerardo Rodríguez y María Luján Díaz Duckwen*
En diciembre de 2019 las noticias que llegaban desde lejos resultaban preocupantes, dado que “un raro virus chino parecido a la gripe” ponían en riesgo la salud de la población el este asiático y amenazaba con expandirse.
En febrero de 2020 y como una predicción más de Los Simpson, el coronavirus impactaba en Europa y en Estados Unidos, que implementaban medidas para frenarlo, pero demasiado éxito. Así aprendimos que el distanciamiento físico, la higiene de manos, la correcta utilización de barbijos o mascarillas y la ventilación de los espacios comunes eran las más efectivas medidas que podríamos tomar, mientras se realizaban búsquedas de tratamientos médicos.
En marzo de 2020 la pandemia llegaba a América del Sur, convirtiéndose en una realidad temible, que determinó que se tomaran decisiones sanitarias y políticas que primero gozaron de amplios consensos, pero luego dieron paso al descontento social, dado que mientras los científicos buscaban la vacuna que resultara milagrosa, todos comprendimos que la nueva realidad había llegado para quedarse.
Todos tuvimos que reinventarnos en nuestros ritmos vitales, la familia, los amigos, el trabajo y la diversión se vieron alterados con la oficina y la escuela en casa. Rápidamente, las nuevas (viejas) tecnologías llegaron para quedarse y el mundo real de la mayoría se transformó en una añoranza, dando lugar a la irrupción mundo virtual.
Los inicios del siglo XXI resultan paradojales, dado que, por un lado, la pandemia favoreció que las tecnologías de la información y de la comunicación llegaran para quedarse, pero, por el otro, aplicando recetas sanitarias medievales, que podemos resumir en la palabra “cuarentena”.
En abril de 2020 en Argentina nos preparábamos para el largo invierno que estaba por venir y, en las Universidades, para dictados de clases, tareas de investigación y propuestas de extensión todas de manera virtual. De esta forma, a los temores por enfrentarnos a este terreno algo desconocido se sumaron los terrores propiciados por la tierra incógnita del COVID-19.
Vivimos, desde entonces, momentos aciagos, dado que al dolor que produce la pandemia sumamos la incertidumbre que generan los tiempos por venir. Entre tanto, debemos seguir con nuestra alterada cotidianeidad que, en nuestro caso, se relaciona con la docencia, la investigación y la extensión en el ámbito universitario argentino. Es por ello, que los responsables del Grupo de Investigación y Estudios Medievales (GIEM) del Centro Interdisciplinario de Estudios Europeos (CIEsE), del Grupo de Investigación y Transferencia “Tecnologías, Educación, Gamificación 2.0” (TEG 2.0) del Centro de Estudios Históricos (CEHis), ambos dependientes de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Centro de Estudios e Investigaciones de las Culturas Antigua y Medieval (CEICAM), radicado en el Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur (República Argentina), convocamos a la presentación de trabajos referidos a estrategias para enseñar y aprender cuestiones medievales en tiempos de COVID-19.
Las Humanidades y las Ciencias Sociales podemos y debemos aportar con nuestros saberes a las necesidades inesperadas de esta actualidad, que alteró nuestros lazos sociales y comunitarios, nos recluyó en ámbitos privados, estableciendo medidas de distanciamiento social, barreras sanitarias y metodologías de comunicación en las que priman las pantallas y las nuevas tecnologías.
Mientras esperamos la llegada de la nueva normalidad, buscamos generar un espacio propicio para el intercambio de ideas, experiencias, problemáticas y soluciones relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje de cuestiones medievales en el aula universitaria, utilizando los recursos tradiciones y convencionales o las nuevas ventajas del conocimiento digital, que abarca desde los repositorios y bibliotecas en línea con que contamos a la gestación del conocimiento cooperativo como el que propone Wikipedia.
También nos pareció oportuno analizar cómo todos los miedos y expresiones propias de la Edad Media servían para difundir una noticia o instalar una fake news recurriendo a las mortandades, problemas de salubridad e higiene, retraso en el conocimiento médico tal como en tiempos de la peste negra de mediados del siglo XIV o bien como las redes sociales utilizan la adjetivación medieval como sinónimo de enfermedad y muerte.
La excepcionalidad del tiempo presente nos ha motivado y obligado a todos a tomar decisiones nuevas, a experimentar, a dejar de lado nuestro confort cotidiano en la búsqueda de nuevos horizontes.
Y consideramos que todo lo que aprendimos lo podemos y debemos compartir y socializar, por ello la convocatoria urgente que realizamos y que hoy, diciembre de 2020, presentamos con gran satisfacción, dado que este libro es un espacio que nos permitió intercambiar ideas y experiencias, dado que consideramos que los mejores resultados son frutos de la labor individual pero también del esfuerzo compartido.
Los aportes de este libro, los resultados que hemos obtenido son muy gratificantes:
El artículo de Yanelin Brandon García muestra la preocupación de adaptar a un entorno virtual los contenidos de la unidad curricular que de manera presencial se había dictado hasta este momento en la UnelaR (Uruguay). La apuesta fue redoblada utilizando tanto los medios virtuales de la plataforma como la del aula virtual, analizando también el encuentro del aula/hogar y del aula/foro cuyos espacios fueron donde el COVID-19 permitió llevar adelante los aprendizajes y las enseñanzas. La experiencia concreta que compartió fue con ocasión de rever la Edad Media Tardía del siglo XVI a través de “La procesión al calvario” realizada por Pieter Brueghel en 1564, en el contexto de Flandes en época de Felipe II. La escritura de la novela de Michael Gibson en el año 2000 llevó a la realización de la película “The mill and the cross”. La propuesta fue que luego de ver la película y contextualizar la misma, los alumnos de reflexionen a través del foro sobre las temporalidades representadas, los niveles de convivencia y la posibilidad de que haya tramas que contengan visos de contemporaneidad en el film. Los resultados fueron satisfactorios y sumamente profundos.
Laura Carbó armó su artículo teniendo como base su experiencia personal y las dificultades surgidas en un buceo virtual por la red de imágenes de los LX mártires de Sebaste. El recorrido, las idas y vueltas, las consultas a profesionales para certificar fechas, los emails enviados para revisar los lugares de emplazamiento de las imágenes tanto dentro de iglesias, monasterios y manuscritos como de países o regiones, la revisión de íconos entre otros, fueron extensos. Esto la llevó a idear un proyecto en el que alumnos de Historia Medieval armaran un blog, dentro de una plataforma amigable, que contenga a partir de textos abiertos y pluriautorales, datos, información, enlaces, foros, videos, música, entre otros los contenidos y saberes de este tema que remite no solo a las imágenes sino también a temas cruzados como la religiosidad, las reliquias y su traslado, la permanencia de las creencias a través del tiempo hasta la actualidad y a través del espacio. En el blog realza la sugerencia de un mapa interactivo que conecte a todos los lugares relacionados con el tema.
Mariana della Bianca nos hace partícipes de su planteo de dictado de la asignatura Historia de Europa II que se dicta en la Universidad Nacional de Rosario. La presencia del COVID-19 y de la necesaria y obligatoria forma virtual de acercamiento del conocimiento a los alumnos llevaron a encarar un entorno desconocido a través de medios online. Sin embargo, las lecturas y el acompañamiento fueron logrados.
En tanto, la propuesta de quien les habla fue poner por escrito las primeras experiencias de enseñanza virtual surgidas premonitoriamente con una propuesta hecha a fines de 2018 cuyo dictado fue concretado en marzo y abril de 2020. Posteriormente, el dictado de la materia Historia Medieval de manera completa a través del aula Moodle de la Universidad Nacional del Sur devino en una serie de interrogantes desarrollados a medida que transcurría la enseñanza. Es por ello que el artículo es una memoria de los hechos transcurridos.
El trabajo de Daví Lopes Franco y Leonardo Lennertz Marcotulio, ambos de la Universidad de Rio de Janeiro (Brasil), estuvo orientado a 6º año primaria de la educación básica. Teniendo en cuenta el período de aislamiento social, el trabajo consistió en poner al alcance de los alumnos un texto medieval. El mismo pertenecía a la serie de documentos que rastrean y confirman un linaje, seleccionado el de “A Dama Pé de Cabra”. Con procedimientos de la práctica paleográfica, la lectura fue precedida y mediatizada por una obra escrita en el siglo XIX y por un film que acercaban la historia. Los primeros intercambios en reunión virtual así como en foro de lo acontecido en el film fueron productivos; sumada la obra escrita se pudo seguir los procesos de reapropiación de un texto escrito a uno audiovisual. Luego vino la lectura del texto antiguo, cuya adquisición se produjo a través de comparaciones entre la letra actual, la renacentista y la medieval, el reconocimiento de abreviaturas haciendo las mismas los propios alumnos y en cuya marcha se consiguió hacer leer a los niños. El trabajo de paleógrafo fue realizado mediante un entrenamiento preparatorio que devino en un resultado exitoso de la experiencia.
Silvina Mondragón y Javier Chimondeguy plantearon una observación del antes de la pandemia, el transcurso y una evaluación de lo ocurrido en las aulas virtuales de las asignaturas Historia Medieval e Historia Moderna de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Sin duda, los cambios en el rol docente promovidos por la virtualidad eran imprescindibles para las transformaciones obligadas que el aprendizaje de conocimientos tenía para los alumnos en este nuevo contexto.
Las formas concretas en que los alumnos se conectan, su conectividad y el tiempo que tienen para utilizarlas, información extraída a partir de encuestas, marcaron la dinámica y los medios del dictado de la asignatura Historia General Universal Medieval. Gerardo Rodríguez, Juan Cruz Oliva Pippia y Matías Gomez, pertenecientes a la Universidad Nacional de Mar del Plata, desarrollaron a partir de un artículo combinado con la descripción y gráficos, el resultado de las encuestas en el inicio de la cursada y al final de la misma. Resultó interesante ver que se acomodó y adaptó los medios como videos, powers point, podcast, clases sincrónicas, foro y uso de chat para intentar llegar a los estudiantes cuya primera data era que el 70 % tenía computadoras en su casa y el 30 restante trabajaba con el celular o tablets.
Federico Assis González, Walter Carrizo y Ricardo Araya Reinoso incursionaron en un terreno escabroso y arduo para los historiadores como es Wikipedia. Sobre todo, por lo que significan algunos aspectos complejos al día de hoy, como lo es la producción del conocimiento histórico, la “función-autor” del historiador y las regulaciones académicas sobre estos recursos. Desde su surgimiento a hoy el impacto social que ha tenido ha devenido enormemente en producir y compartir el conocimiento por fuera de las vías académicas tradicionales, lo cual también impactó en ellas. Las cuestiones de un texto-abierto, en construcción, con una autoría colectiva, ¿permite refutar su veracidad? Estas respuestas y la apertura de sitios como wikisource para encontrar textos medievales originales y editados en internet y el acceso a fuentes visuales que permitieron acercar el arte al hogar nos ofrecen nuevos materiales con los cuales interactuar y aggiornar nuestra práctica como historiadores.
Las redes sociales y twitter en particular están presentes también en el libro a partir de un rastreo de palabras como feudalismo, edad media, medieval, castillos y peste negra, realizado por Javier Chimondeguy. El enfoque pretende estudiar los significados y las funciones en que se emplean las mismas y el conocimiento, las representaciones y los lugares comunes en los que se encuentra el mundo medieval. En este ámbito popular los términos se enfocaron en determinados ámbitos que tienen que ver con el turismo y el estudio histórico, la política pero en su sentido negativo y lo malo y el fin de los tiempos con la peste.
David Waiman nos acerca las alusiones que de la peste negra hizo el periodismo en este tiempo de pandemia. La historia con dicho fenómeno nos acercó y por momentos parecía que el pasado se había hecho realidad nuevamente a partir de las muertes masivas, los cambios de sistema económico y una realidad inestable y precaria. El imaginario colectivo se hizo presente de manera tan fuerte que pasado y presente se desdibujaron mutuamente promoviendo una actualidad siempre vigente.
En síntesis, una convocatoria que nos permite conocer y valorar el esfuerzo realizado para sostener la enseñanza universitaria en tiempos pandémicos, cuya catalogación es: Del Scriptorium al aula virtual: estrategias para enseñar y aprender cuestiones medievales en tiempos del COVID-19 / Gerardo Fabián Rodríguez … [et al.]; dirigido por Gerardo Fabián Rodríguez; María Luján Díaz Duckwen. – 1a ed. -Mar del Plata: Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad deHumanidades; Bahía Blanca: Universidad Nacional del Sur – Departamento de Humanidades, 2020.Libro digital, PDF; Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-544-967-1. 1. Historia Medieval. 2. Salud Pública. I. Rodríguez, Gerardo Fabián, dir. II. Díaz Duckwen, María Luján, dir. CDD 907, que estará a disposición para descarga libre y gratuita tanto en el sitio del GIEM (https://giemmardelplata.org) como en el del CEICAM (https://ceicamuns.org) antes de fines de este mes de diciembre.
* Gerardo Rodríguez (Universidad Nacional de Mar del Plata, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y Academia Nacional de la Historia) – gefarodriguez@gmail.com
María Luján Díaz Duckwen (Universidad Nacional del Sur) – dduckwenlujan@gmail.com