El ex ministro kirchnerista Julio de Vido llegó esta tarde al Hospital Penitenciario Central (HPC) cárcel de Ezeiza para ser sometido a una evaluación medica y psicológica, debido a que es insulino dependiente y donde pasará su primera noche detenido.
El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido llegó esta noche al hospital del Penal de Ezeiza, donde permanecerá unas 48 horas para una evaluación médica, luego de ser detenido e indagado por el juez federal Luis Rodríguez en la causa por irregularidades en obras efectuadas en la mina de Río Turbio.
Malversación de fondos, administración fraudulenta, sobreprecios y defraudación son algunas de las acusaciones por las que quedó detenido hoy Julio De Vido, ministro de Planificación Federal durante doce años con el
matrimonio Kirchner, en cuyo transcurso manejó una caja multimillonaria.
Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), De Vido manejó una caja de 740.560 millones de pesos.
Ese presupuesto crecía según pasaban los años hasta la tragedia ferroviaria de Once, en 2012, cuando la entonces presidenta Cristina Kirchner le quitó el manejo de la Secretaría de Transporte.
Arquitecto de profesión y ex empleado de Entel, De Vido supo integrar la denominada “mesa chica” que conformaban los hombres del gobierno más cercanos a los Kirchner, ese selecto grupo que compartía, allá por 2003, la intimidad de las definiciones del entonces presidente Néstor Kirchner.
Además de De Vido, integraban esa mesa Alberto Fernández (jefe de Gabinete), Sergio Acevedo (SIDE), Carlos Zannini (secretario legal y técnico) y Cristina Kirchner, en su doble rol de primera dama y senadora nacional.
En la actualidad, la Oficina Anticorrupción (OA), que lidera Laura Alonso, monitorea 21 causas que vinculan a De Vido con hechos de corrupción, y en siete de ellas la OA es querellante.
La lista va desde la causa Skanska (evasión impositiva y pagos ilícitos), pasando por Belgrano Cargas (causa de oficio, donde también está denunciado Ricardo Jaime), hasta la compra de chatarra ferroviaria a España y Portugal (también denunciados Juan Pablo Schiavi y Manuel Vázquez, entre otros) y la ruta del dinero K (acusación con Lázaro Báez, Leonardo Fariña y Federico Elaskar, entre otros).
La relación entre De Vido y los Kirchner se fue entretejiendo en Santa Cruz, donde el aún diputado se radicó por temas laborales, en 1982, cuando la empresa constructora Rodríguez Carrera le ofreció un puesto en Río Gallegos.
Ese mismo año conoce a Néstor Kirchner, a quién ayudó a llegar a la intendencia de Río Gallegos, primero (1987) y a la gobernación de la provincia, años después (1991).
En 1989, De Vido obtiene el cargo de director general de Obras Públicas del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda (IDUV) de Santa Cruz y se incorpora al Frente para la Victoria Santacruceña; en 1990, asume al frente de la Administración General de Vialidad.
En 1991, cuando Néstor Kirchner ganó las elecciones para gobernador, De Vido asumió como ministro de Economía y Obras Públicas de Santa Cruz, pero además acumuló poder como representante santacruceño ante el Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas; representante ante el Consejo Federal de Inversiones; presidente de la Comisión Federal de Impuestos; coordinador General de la Unidad Ejecutora Provincial ante el Banco Mundial y miembro activo de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi).
En 1997 es electo diputado provincial y, a partir de entonces, participó activamente en la creación del Grupo Calafate, que sería el que luego propone a Kirchner como candidato presidencial.
En 1999 se convirtió en el ministro de Gobierno de Santa Cruz y, a partir de 2003, cuando Néstor Kirhcner llegó a la Presidencia de la Nación y hasta que Cristina Kirchner terminó su segundo mandato, en diciembre de 2015, fue el ministro de Planificación Federal, a quienes todos calificaban como “superministro” por la cantidad de temas que estaban bajo su dominio y la multimillonaria caja de fondos públicos que manejaba.
La electricidad, el gas, los celulares, las rutas, los colectivos, trenes, camiones, aviones, viviendas sociales, el agua y las cloacas eran las áreas que estaban bajo su órbita.
De Vido además lanzó una línea aérea que nunca voló (Lafsa), estatizó Aerolíneas Argentinas y compró grandes partidas de gas al exterior para garantizar el abastecimiento interno.
Además, a través del “Programa 59”, el entonces ministro de Planificación Federal financió también series de TV, artistas y películas.