El ex entrenador Mariano Andreano y el ex compañero Fausto Santini hablan del Francisco Feuillassier de Cadetes '98. Además, la decisión familiar que le allanó el camino y la visión de su juego de su hermano Santiago.
Todos los que vieron jugar a Francisco Feuillassier en las predécimas de Cadetes coinciden en algo: ya era un “distinto”. Sobresalía dentro de una muy buena división, la 1998, que se consagró bicampeona de la LMF, en 2007 y 2008.
Mariano Andreano, DT de la categoría (antes lo tuvo Cristian Eloiza), destacó su valor como jugador y también como persona. “Era muy humilde y un gran compañero. Si bien marcaba mucha diferencia y le sobraba para jugar acá, nunca discutía con los otros chicos, al contrario, los alentaba si cometían errores”, recordó.
“En cancha de nueve jugaba de “5”, pasaba bien la pelota, gambeteaba, le pegaba bárbaro, pero también marcaba mucho. La gran diferencia la hacía desde lo actitudinal“, agregó.
Foto Diego Berrutti, Revista Talentos.
Si bien comentó que era una categoría muy buena, Andreano dijo que tenía tres jugadores destacados (los otros eran Tomás Bourdal y Matías Castillo). Claro que “cuando había que meter y jugar ‘Franchu’ sacaba más diferencia”.
Fausto Santini integró ese equipo. “‘Franchu’ ganaba los partidos, de hecho fue el gran responsable de esos campeonatos que logramos. Hacía cosas que eran increíbles, que nadie esperaba, y siempre tuvo una pegada tremenda“, detalló el actual jugador de Independiente de San Cayetano, que compite el Federal B.
“Siempre fue buen compañero, se llevaba bien con todos, y era uno de los que no faltaba a los entrenamientos. Tenía mucho carácter, se enojaba cuando las cosas no le salían, pero lo hacía para mejorar. Siempre estaba con la pelota. Cuando fui por primera vez a su casa a dormir estuvimos todo el día jugando al fútbol con sus amigos del barrio”, contó.
“Al principio el papá lo cargaba porque a él no le gustaba que le peguen, pero enseguida se acostumbró porque si no le hacían falta no lo podían parar. Después ya ni así lo frenaban”, dijo Santini.
La ’98 de Cadetes. “Franchu” es el segundo de abajo. Foto Diego Berrutti, Revista Talentos.
Marcelo Zwicker era el entrenador de Primera División de Cadetes, que brilló por su juego en los torneos de ascenso (Argentino C y Argentino B) conformado por jóvenes de la ciudad. El “Gancho” era también coordinador de los juveniles y vio a Francisco en la cancha casi todos los domingos. “Ya desde muy pequeño era crack, técnicamente muy bueno, con una aceleración con pelota al pie muy difícil de ver en chicos de su edad“, contó.
“De chiquito ya se lo veía como un ‘distinto’ en una división”, agregó Walter Sabode, por entonces colaborador del club y ahora entrenador.
Mariano Andreano recordó una anécdota en un torneo Canata: “El tuvo una discusión con el árbitro, le hizo un gesto y decidí sacarlo de la cancha. Puso una cara de bronca. Yo tenía 22, 23 años, recién empezaba y me había preocupado. No sabía si había hecho bien en sacarlo. Entonces le expliqué que no podía hacer eso, que tenía que ser ejemplo para lo demás, lo entendió y volvió a entrar. El todavía recuerda esa situación”.
Francisco, el primero de la izquierda, festeja el título de Cadetes. Foto Diego Berrutti, Revista Talentos.
Mariano, uno de sus primeros profesores, se siente orgulloso por la actualidad de “Franchu”. “Formar parte del primer equipo de Real Madrid es un premio para él. El sueño que siempre buscó. En el club estamos muy contentos y esperamos que vengan muchas buenas noticias más”, cerró Andreano.
Santiago Feuillassier: “Se está convirtiendo en un jugador muy completo”
Santiago Feuillassier hizo el mismo camino que su hermano Francisco. Fue su faro. Gozó de las bondades de la Casa Blanca, estuvo en Rayo Vallecano y ahora, ya como profesional, está en el fútbol suizo. Claro que por estos días se encuentra en Mar del Plata para culminar el proceso de rehabilitación tras una operación por una lesión ligamentaria en la rodilla.
“Francisco tiene liderazgo y personalidad. Lee muy bien el juego. Toma decisiones en el momento indicado, algo que es muy difícil. Sabe cuando encarar, pasar la pelota, hacer la pausa. Se está convirtiendo en muy jugador muy completo”, describió.
“El mayor de los hermanos habló de la experiencia de pasar de Cadetes de Mar del Plata a Real Madrid. “Cuando se pega un salto tan grande es como que estás en una nube. Los vestuarios, las canchas, la ropa, las pelotas. Todo es un cambio gigante. Además hay una enorme competencia, por puesto están los mejores de España”, contó.
Los hermanos Francisco (izquierda) y Santiago (derecha) Feuillassier vivieron experiencias similares en el fútbol.
Para Santiago, su hermano tuvo la personalidad necesaria para poder destacarse en una institución tan prestigiosa. “Su madurez es una de las cosas que más me llaman la atención. Tiene la garra de un jugador argentino, la gambeta que es innata y está mejorando mucho el remate”.
Sobre su posición, explicó: “Habitualmente juega de volante por izquierda. Es derecho pero le gusta meterse para adentro. Pero también puede jugar por el otro costado o de enganche. Es un mediocampista ofensivo”.
“Se le van dando las cosas de a poco. Todavía no lo asimiló. Está muy tranquilo, sin ‘pajaritos’ en la cabeza. Es una linda oportunidad, él siempre supo que iba a ser futbolista. Ahora está tan cerca, pero a la vez lejos. Tiene que seguir igual”, deslizó.
Francisco levanta su el trofeo por la obtención del “Alberto Coalla” de Kimberley. Foto Diego Berrutti, Revista Talentos.
La decisión familiar que allanó el camino
Para perseguir el sueño de sus hijos, José Feuillasier y Bettina Abalo tomaron una decisión difícil pero indispensable. En 2008 dejaron ir a España a Santiago, a quien se sumaron al año siguiente junto a “Franchu”, para que ambos jueguen nada menos que en Real Madrid.
“Para nosotros radicarnos en Madrid fue volver a empezar. La idea era acompañarlos y a cambio les pedimos el esfuerzo. Fueron creciendo, evolucionando y nosotros atrás de ellos”, confesó José.
“Lo que logró “Franchu” fue por el sacrificio de años. Pero esto tiene que ser su línea de salida. Muchos empiezan a cobrar los primeros euros, se hacen populares y se olvidan de sus principios. El está con los pies sobre la tierra. Tiene una alegría inmensa y ganas de hacer las cosas bien”, agregó.
Cadetes de exportación
El proyecto Cadetes, encabezado nada menos que por Juan Esnaider, tuvo en esos años una “cantera” de muy buenos jugadores. Los que más lejos llegaron fueron Roberto Pereyra, Martín Mantovani, Diego Rodríguez, Emiliano Buendía y ahora Francisco Feullassier.
El “Tucu” Pereyra, que jugó la primera división de la Liga Marplatense con 15 años, partió a las inferiores de River, donde después de un par de años dio el salto al fútbol europeo: se destacó en Udinese, fue bicampeón del Calcio con Juventus y en la última temporada defendió los colores de Watford en la Premier League. Además, disputó seis partidos con la Selección Argentina, dos durante la Copa América de Chile en 2015.
Martín Mantovani, que jugó el Argentino C 2006 para Cadetes, hoy es protagonista de la primera de España, tras un increíble camino por el ascenso de ese país: jugó en Atlético Madrid C y B, Cultural y Deportivo Leonesa, Atlético Baleares, Real Oviedo y Leganés, con el que subió de la tercera a la máxima categoría, como capitán. Así, debutó en la Liga BBVA con 32 años. Ya marcó a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, entre tantas estrellas. Y seguirá en el “Pepinero” tras lograr la permanencia.
Mantovani cierra ante Messi, por la última Liga BBVA.
El caso de Emiliano Buendía es similar al de Feullassier. Quedó en una prueba en Getafe y se destacó mucho en inferiores, a tal punto de ser convocado por la Sub 19 de España. Tras descender, días atrás su equipo volvió a primera. En 2015 disputó el Mundial Sub 20 con la Selección Argentina.
Diego “Ruso” Rodríguez es más conocido por estos lares ya que jugó en Independiente. Si bien se inició en Once Unidos, su gran salto lo dio desde Cadetes, en 2004. El “Rojo” de Avellaneda se lo llevó y figuró entre las grandes promesas de un club. Debutó en 2011, pero ganó continuidad en la temporada 2012-13, el año del descenso. Claro que después fue el “1” titular del equipo que recuperó el lugar en primera. La última temporada la jugó en Central.
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La historia de Francisco Feuillassier, el marplatense que deslumbró a Zidane