Sucedió en la noche del viernes en el Camino Viejo a Miramar. La pareja de delincuentes asaltó al chofer y tras dejarlo atado a un árbol escapó con el automóvil.
Un remisero de 31 años fue víctima de un violento asalto cuando una pareja que simuló ser cliente de un viaje normal lo sorprendió en el camino viejo a Miramar, lo encañonó y antes de llevarse el vehículo lo dejó atado a un árbol.
El episodio encierra un detalle mucho más grave que es que los delincuentes actuaron junto a un niño de 10 años que se supone, por los dichos de la víctima, que era el hijo.
El fiscal Leandro Arévalo tomó intervención en el singular asalto y dispuso una serie de medidas tendientes a identificar a los autores y a localizar el vehículo que se llevaron los delincuentes.
Toda la secuencia delictiva comenzó cerca de las 22.30 del viernes cuando la central de una remisería ilegal recibió un pedido de vehículo desde un teléfono “Nextel”. Este servicio de comunicación no deja rastro de remitente -solo si se efectúa una labor informática más exhaustiva- por lo que suele ser utilizado cuando alguien no quiere ser advertido. El llamado pedía un remís para la esquina de Bouchard (ex 27) y Jacinto Peralta Ramos.
El conductor de un Volkswagen Polo color rojo, de 31 años, se dirigió al lugar y tomó como pasajeros a un matrimonio joven junto a un niño. El hombre se mostró en un principio cordial y solicitó al chofer si podía cargar en el baúl unos bolsos, ya que el viaje iba a ser hasta Miramar.
El recorrido no guardaba demasiados misterios: el remisero debía tomar por Peralta Ramos, luego Antártida Argentina y finalmente el Camino Viejo para llegar a la vecina localidad.
Sin embargo, a la altura del predio de basura el matrimonio comenzó a decirle al chofer que el pequeño niño estaba descompuesto y que era mejor detenerse. Mil quinientos metros después el remisero se detuvo y fue entonces cuando el hombre le pidió si podía tomar el medicamento que estaba en el bolso, en el baúl, a lo que el solidario chofer accedió.
Lo que ocurrió luego fue tan sorpresivo para la víctima que ni siquiera pudo resistirse. El pasajero extrajo un arma de fuego y amenazó al chofer, mientras que la mujer colaboró para maniatarlo a un árbol.
Minutos después la pareja de delincuentes y el niño huyeron en el Volkswagen Polo con rumbo desconocido, mientras que el remisero quedó atado a la planta. Al cabo de un gran esfuerzo el hombre pudo desatarse y detuvo un colectivo, cuyo chofer le facilitó el teléfono para dar aviso a la policía de lo sucedido.
La comisaría decimotercera de Playa Serena tomó intervención y comunicó al fiscal Arévalo, de la fiscalía de Turno, que ordenó algunas diligencias para poder avanzar en la investigación.
El chofer no sufrió golpes ni lesiones y pese a los distintos rastrillajes realizados por la zona sur de Mar del Plata, el Volkswagen aún no apareció.