El municipio llevó a cabo tareas de puesta en valor en las ocho farolas de hierro, que fueron ubicadas en su lugar de origen: entre los edificios Casino y Hotel Provincial. Además, se realizó la intervención del monumento a Almirante Brown.
La plazoleta “Armada Argentina” volvió a brillar: ya se encuentra completamente iluminada tras la restauración de las históricas farolas que forman parte del diseño del arquitecto Alejandro Bustillo proyectado en 1938.
La Municipalidad llevó a cabo las tareas de puesta en valor. Así, las ocho luminarias de hierro, coronadas por un brazo doble y dos faroles, fueron dispuestas tal como se proyectó inicialmente en la década del 30: dos paralelas al Boulevard Marítimo, dos paralelas a los edificios Casino y Hotel Provincial respectivamente y dos paralelas al mar.
“La unión visual de las mismas genera un círculo cuyo eje central pretendía ser un obelisco de 14 metros de altura, como monumento recordatorio de la inauguración oficial de las obras del arquitecto Bustillo, que nunca llegó a ser realizado. Dicho espacio hoy es ocupado por la escultura del almirante Guillermo Brown“, indicó el municipio.
El último viernes se iluminaron las farolas y para celebrarlo se realizó un flashmob que incluyó el espectáculo de baile encabezado por Emanuel Marín denominado “Piazzolla Tango World”, con la compañía Tango Furia. Interpretaron tres piezas del músico marplatense “Adiós Nonino”, “Los pájaros perdidos” y “Libertango”. El elenco estuvo integrado por Lola Gutiérrez Rey, Catalina Barton, Lourdes Pose, Marco Quiroga, Juan Olviera y Octavio Ascacibar, quienes sorprendieron a vecinos y turistas que transitaban por la Rambla.
Costanza Addiechi, directora de Restauración de Monumentos Históricos, precisó que cada una de las 96 partes que conforman las farolas “sufría patologías que alteraban su estructura y funcionalidad”. Por esto, “se trabajó sobre procesos de corrosión muy avanzados y reconstrucción de partes faltantes. Estudiamos, además, el anclaje que garantiza la seguridad de las mismas”, agregó.
Asimismo, se estableció el sistema de sujeción de estas piezas de más de cinco metros de altura y casi 500 kilos. Por otra parte se determinó la iluminación adecuada al sector histórico que ocupan.
Cabe señalar que los trabajos de restauración incluyeron también la intervención del monumento al almirante Guillermo Brown, una obra del escultor Wifredo Viladrich realizada en 1971 e inaugurada el 3 de marzo de 1972. Entre las acciones técnicas aplicadas por el Municipio, se retiró el sable, que estaba dañado, para ser restaurado en los talleres de herrería, el cual ya fue restituido.
“Fue un enorme desafío llevar adelante la idea de intervenir un espacio tan representativo para Mar del Plata. No solo recuperamos piezas de alto valor patrimonial sino que devolvimos la luz a la postal de la ciudad”, expresó Addiechi.
La restauración consistió en un trabajo conjunto entre la Dirección de Restauración del Monumentos y el Departamento de Alumbrado Público del Emvial.