Son jóvenes profesionales o estudiantes universitarios avanzados. Tienen menos de 30 años y ganas de viajar. Por eso se suman a programas como Work and Travel o Working Holidays, que les permiten trabajar en el extranjero para poder conseguir el dinero necesario para recorrer el mundo durante un año.
Desde Dolores, son muchos los que han intentado o están intentando la aventura. Los países preferidos para la experiencia son Nueva Zelanda, Irlanda y Australia, elegidos entre las opciones con la que cuentan los argentinos para poder aplicar a este tipo de visa que, durante un año, les permite trabajar en empleos temporales. Han cumplido tareas en hoteles, restaurantes, campos productores de kiwis o, incluso, como guardias de tránsito.
Consultados por La Capital, cuatro jóvenes dolorenses contaron la experiencia que Juan Manuel Fernández, un profesor de Educación Física actualmente en Irlanda, resumió en un consejo: “no tengan miedo que el mundo no está hecho para estar solo”.
Las razones por las que inician la experiencia son similares. Gonzalo Soria, quien viajó a Nueva Zelanda poco antes de recibirse de comunicador social, explica que “me encanta aprender, me gusta conocer otra culturas, nuevas formas de vivir, de relacionarse con la gente, practicar idiomas.”
Florencia Roqués inició la aventura a poco de recibirse de Bioquímica, con un grupo de compañeras. “Decidimos irnos de viaje, sin muchos ahorros: esta era una gran oportunidad para conocer y, al mismo tiempo, generar fondos que nos permitieran recorrer otros lugares”.
El boca a boca y los comentarios de amigos son el principal incentivo. Martín Olivera, estudiante de Ciencias Económicas, menciona que “hay páginas de internet que te dan muchísima información, todos los pasos a seguir con las diferentes visas de los países que participan programa”.
En el mundo digital, además hay foros, páginas, blogs y múltiples posibilidades para compartir
experiencias e informarse.
Países
Los países que ofrecen visas de este tipo para argentinos son Nueva Zelanda, Australia, Irlanda, Francia o Dinamarca. Cada uno de ellos tiene sus requerimientos específicos. Por ejemplo, Nueva Zelanda ofrece mil visas anuales pero Irlanda, cien.
Gonzalo Soria señala como motivo de elección “la oferta laboral que exista en los países. Hay algunos que no tienen la cantidad de población suficiente para ocupar esos trabajos y existe la posibilidad de hacerlo uno”.
Florencia Roqués coincide en que “Nueva Zelanda es un país con paisajes increíbles, y muchos amigos nos lo habían recomendado como destino para viajeros que recién se lanzan a la aventura.”
Martín Olivera, quien viajó a Irlanda, anota otras razones: “descartamos Francia y Dinamarca por el idioma y porque no había mucha oferta laboral. Averiguando en páginas, foros y grupos de FB vimos que Irlanda había mucha oferta de trabajo”.
Juan Manuel Fernández indica que el trámite no es muy complejo, aunque “existe una empresa que se encarga de todo, pero cada uno lo puede organizar de forma particular”. Todos los consultados lo hicieron por su cuenta. Su primera experiencia, como Florencia Roqués y Gonzalo Soria, la hizo en Nueva Zelanda, un país donde, según explica Soria “es tanta la oferta laboral que podés ir sin apoyarte en esas empresas y hacerlo por tu cuenta. No conozco hasta ahora quien no haya encontrado trabajo en esos
Roqués sostiene que “particularmente para Nueva Zelanda no se requiere de ningún tipo de ayuda, es un visado muy fácil de obtener”. De todos modos, es muy necesario el factor suerte ya que solo los primeros mil en completar el formulario de aplicación van a tener acceso a la visa.
Una experiencia inolvidable
Ante la pregunta acerca de qué es lo más rescatable de la experiencia es “la gente que conocés de todas partes del mundo haciendo lo mismo que vos”, dice Fernández, pero es un punto en los que
Tanto como en aconsejar a los que estén interesados en emprender la aventura. “Si bien están los miedos de extrañar –que sucede, es cierto- después te termina satisfaciendo el hecho de ampliar tus conocimeintos del mundo y las personas”, dice Gonzalo Soria.
Florencia Roqués insiste en que “dejen de lado los miedos e incertidumbres, solo hay que animarse, comprar los tickets y disfrutar el viaje”.
Y antes de partir, como dice Olivera “investiguen en internet que van a encontrar toda la información que necesitan has experiencias de personas que han hecho estos viajes”.