Desde el viernes no ingresan micros hasta las dársenas y los marplatenses y turistas que viajan deben subir y bajar de las unidades sobre la calle. Los trabajadores que reclaman ser registrados tendrían este lunes una reunión con empresarios de la Ferroatomotora en busca de destrabar el conflicto.
Lo que comenzó con una protesta de maleteros en el acceso a la Terminal de Mar del Plata el viernes pasado se convirtió en un trastorno en plena temporada que lleva cuatro días de desorden e improvisación que sufren las 24 horas los pasajeros que suben y bajan de los micros en la calle.
Desde hace cuatro días, acompañados por la CTA de Mar del Plata, los maleteros y sus familias sostienen un acampe justo al lado del acceso a la Terminal por la calle 9 de Julio. Los micros no entran, la improvisación para brindarle servicio a los pasajeros es permanente y durante todo el fin de semana no hubo ningún acercamiento entre las partes. Este lunes al mediodía, sin embargo, habría una reunión a través de la cual se buscaría destrabar el conflicto.
La imagen deplorable en pleno enero cumple este lunes su cuarto. Sobre la vereda de la calle 9 de Julio, con valijas repartidas por doquier, convirtiendo al paredón perimetral y frentes de vivienda en asientos, en busca de un poco de sombra para engañar el calor. A la deriva y consultando a viva voz el destino de cada micro sin alcanzar a oír los anuncios a través de los parlantes, la gente espera el colectivo que los lleva de vuelta a sus casas. Los últimos minutos en Mar del Plata terminan de empañar el descanso entre el desorden, el malestar generalizado y la impaciencia de muchos.
Desde el viernes los micros no entran a la terminal de Mar del Plata. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) se despegó por completo de la protesta que sostienen los maleteros, quienes reclaman ser blanqueados y denuncian “trabajar en condiciones inhumanas”. En 9 de Julio y Misiones los trabajadores montaron un acampe. Pasaron la noche del viernes, sábado y domingo allí y aseguran estar dispuestos a permanecer hasta que el concesionario de la estación los reconozca y encuadre su situación laboral.
Los trabajadores no solo no están registrados y subsisten a base de la propina de quienes viajan. No tienen ningún tipo de cobertura médica y si se lastiman no tienen insumos, ni seguro. “No tenemos nada”, reconocen en medio de la protesta que sostienen hace cuatro días.
Los maleteros exigen el pleno cumplimiento del artículo 24 del pliego de la concesión de la estación Ferroautomotora, a través del cual el concesionario se compromete a garantizarle al pasajero el servicio de los maleteros. “Estamos dispuestos a permanecer en tiempo que haga falta”, comentó Carlos Amodey, dirigente de la CTA Regional Mar del Plata.
“Estamos a la espera de tener alguna reunión con los empresarios o ser recibidos en el Ministerio de Trabajo; que alguien tome intervención en esta situación. Por lo que sabemos está la posibilidad de que este lunes exista esa reunión pero esperamos que se concrete”, expresó Amodey junto a Mariano Bauer, dos de los referentes de la CTA que desde el inicio del conflicto acompañan a los maleteros de la Ferroautomotora.