Tal como lo había publicado LA CAPITAL hace casi dos años, durante la última visita del astro a la ciudad, su familia es propietaria de un inmueble en Tejedor al 700, que según trascendió recientemente será subastado por la sucesión. Señalan al último entorno del Diez como el responsable por la situación morosa.
Por Bruno Verdenelli
verdenelli@lacapitalmdq.com.ar
Eran los ´80 y para las estrellas del país, comprar una casa en Mar del Plata estaba en la lista de lujos que había que darse. Diego Maradona sabía que figuras como Susana Giménez, Mariano Mores y Juan Manuel Bordeu tenían inmuebles en la ciudad, por lo que a mediados de la década decidió ser uno más.
Claro que el Diez, a pesar de su fama mundial y sus buenos ingresos, no había perdido ni perdería su humildad. Por eso, no eligió una mansión ni mucho menos: su familia se hizo adquisidora de una propiedad en un complejo de dúplex ubicado en la zona de Constitución, en plena época del auge de las discotecas. Más precisamente, en avenida Tejedor 735.
La particularidad fue por años desconocida, ya que no fue una casa que se usara seguido por parte de Maradona o su familia. Tal es así, que hace casi dos años, cuando el astro visitó por última vez la ciudad como entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata, LA CAPITAL publicó la información y más de un lector se sorprendió por esta. Ahora, a más de 6 meses de la muerte del ídolo, trascendió que dicha propiedad es una de las dos que solamente están a nombre de Maradona -junto a la histórica vivienda de sus padres, en la calle Cantilo de Villa Devoto-, y que entraría pronto en una subasta que al parecer realizarán sus sucesores.
En ese marco, fuentes consultadas por este medio informaron que, si efectivamente ese remate se llevara a cabo, y por streaming con el fin de que participe gente de todo el mundo, una vez vendido el inmueble de Mar del Plata habría que descontarle más de 100 mil pesos en deudas con el fisco.
Según pudo saberse, la propiedad en cuestión tiene una valuación fiscal de más de un millón de pesos y mantiene impuestos impagos tanto con ARBA, como con ARM y OSSE. No se trata de una gran cantidad de dinero para una estrella del calibre de Maradona, ya que hay que tener en cuenta que es un inmueble sencillo, pero sí sirve como indicador de cómo se manejaron sus finanzas en los últimos años. Es que, conforme surge de los datos obtenidos, la situación de morosidad comenzó en la última década.
Último entorno
En la temporada 2008, Dalma Maradona debutó en el teatro marplatense. Fue el único verano en el que actuó en la ciudad. Su padre, que pasaba por un gran momento personal, estuvo en la primera función de “Taxi”, que a su vez producía su madre, Claudia Villafañe.
La hija mayor de ese matrimonio fue noticia en esa oportunidad, además, por haber dado positivo en un control de la alcoholemia durante un operativo que se llevó a cabo en la avenida Constitución. Al ser interceptada en su automóvil, se dirigía a la casa de la familia, donde se hospedó en esos más de dos meses que pasó en Mar del Plata.
Fue la última vez que ese inmueble estuvo habitado por un familiar directo del Diez. Luego, y de acuerdo a los datos que fueron averiguados, lo utilizaron sobrinos y parientes lejanos. Y entonces comenzó la desidia impositiva, por la que ahora es apuntado su último entorno.
Sucede que la casa de Tejedor al 700 era administrada, al igual que otros bienes de Maradona, por su ex esposa. Cuando entre los dos se desató un conflicto público que incluyó demandas y denuncias cruzadas, Villafañe se desentendió de aquellos. Y las fechas de las deudas hacen que las infracciones, a toda vista, hayan sido cometidas por el último entorno del astro.
El último año que se abonó la tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza en ARM fue 2011, por lo que la deuda asciende a 80.523,10 pesos. No ocurrió lo mismo con ARBA, cuya última factura se abonó en 2018: en este caso, la mora es de 11.323 pesos y, si se le sumara la proporción de los meses que ya transcurrieron de 2021, el total sería 13.344,80 pesos.
Finalmente, por el suministro de agua los sucesores de Maradona deben alrededor de 59 mil pesos, y la última boleta abonada se remonta a 2010. En los casos de luz y gas, LA CAPITAL no pudo obtener datos pero, como es habitual en este tipo de servicios, si no se abonan es habitual que sean interrumpidos por las empresas prestadoras.
Como queda claro de tales especificaciones, es evidente que la última década el inmueble fue desatendido y es sumamente probable que Maradona no estuviera al tanto de esto. Por eso, desde la administración de la sucesión que encabeza Sebastián Baglietto, apuntan al último entorno del Diez, que ya comenzó a ser visto con malos ojos por gran parte de la sociedad y de los fans, al punto tal que en marzo se realizó una marcha en reclamo de justicia por la muerte del ídolo. En Mar del Plata pareciera que existe otra prueba, una más, del abandono que sufrió el mejor futbolista de todos los tiempos.